Los dos CD que contienen las conversaciones grabadas por el empresario Ángel Fenoll y que dieron inicio a los siete años de instrucción del caso Brugal no aparecen en sede judicial. Así lo expuso la letrada de la Administración de Justicia durante las sesiones celebradas esta semana en la Sección Séptima de la Audiencia Provincial, con sede en Elx. A finales de mes, con el inicio de las escuchas e intervenciones telefónicas incautadas por la Policía, el tribunal ya advirtió de que había dos CD que no habían conseguido encontrar, además de otro DVD que no se oía.

Se trata del CD 55 y el CD 59, que casualmente contienen las conversaciones grabadas por Fenoll a políticos y empresarios, y que son las mismas que en su día él mismo entregó a la prensa, aunque cortadas y editadas con los fragmentos que le interesaba después de que el contrato de basuras fuera adjudicado a una empresa diferente a la suya.

Fenoll entregó los CD y las transcripciones de las conversaciones a la prensa y, después, a la Fiscalía, lo que dio inicio a toda la investigación posterior. La letrada aseguró entonces que seguiría buscando entre las decenas de cajas donde se remitieron desde el Juzgado de Instrucción de Orihuela los 81 tomos y numerosas pruebas con las que cuenta el caso. Sin rastro.

La Audiencia solicitó entonces al juzgado oriolano que mirara en sus archivos, por si se había quedado algo sin remitir. La respuesta fue la misma. No aparecen. Así lo apuntaron ayer a este diario tanto fuentes de la acusación particular -Ayuntamiento de Orihuela-, como de la defensa de los 34 acusados del caso.

El tribunal ha reproducido el contenido de esos CD del contenido volcado en los ordenadores, pero las defensas solicitaron reproducirlo desde los soportes originales para certificar que no se hubieran alterado de ninguna manera. Sin embargo, según explicó el letrado Pablo Martínez, del despacho de abogados que defiende a Fenoll, «esos CD ya eran copias, pues las conversaciones no fueron grabadas en ese soporte», por lo que el hecho de que ni siquiera esos discos incautados por los agentes hayan aparecido, «supone un hecho trascendental, aunque ya expondremos nuestras consideraciones durante las conclusiones e informes finales», manifestó.

En la misma línea se manifestó el letrado de la acusación particular, Miguel Porras, quien reconoció que esta situación complica la carga probatoria, ya que se trata de las pocas conversaciones que se habían admitido como prueba.

Tras casi cuatro semanas de escuchas, las pruebas fundamentales, que dieron inicio a la causa, están en tela de juicio, lo que pone en peligro la causa en sí misma, ya que no podría demostrarse el origen lícito del mismo.