El litoral mediterráneo sufrirá especialmente el impacto del calentamiento global. Así lo advertían hace unas semanas más de setenta expertos en el Foro Regional de la Unión por el Mediterráneo (UpM), donde además se alertaba de que el nivel del mar subirá un metro y la temperatura cuatro grados en menos de un siglo. Algo que afectará «masivamente» a una zona que se calienta más rápido que el resto del globo, convirtiéndose así en una de las más vulnerables. Ante esta situación de emergencia, se hacen indispensables ciertas medidas contra el cambio climático.

Olas de calor cada vez más acentuadas, períodos contínuos de sequías, desaparición de especies autóctonas y, a su vez, proliferación de otras como el mosquito tigre propagador de diversas enfermedades tropicales son algunos de los alarmantes escenarios que adelantaba el estudio.

Pese a negacionistas interesados como Donald Trump, lo cierto es que la temperatura media mundial ha aumentado ya 1,1°C desde la época preindustrial. El período 2015-2019, según la Organización Meteorológica Mundial (OMM), será probablemente el quinquenio más cálido jamás registrado, mientras que la tasa de subida del nivel del mar ha ascendido a 5 mm al año en el quinquenio 2014 -2019. Datos contrastados por los científicos que dan que pensar en el Día Mundial de la Lucha contra el Cambio Climático, que se celebra el 24 de octubre.

La reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero se sabe trascendental, tal como se establece en el Acuerdo de París de 2015, de ahí que los países firmantes se hayan comprometido a rebajar los actuales niveles en una década. La Comunitat Valenciana, mientras, ha establecido el camino a seguir en su Estrategia Valenciana del Cambio Climático y Energía 2030, mientras prepara la futura Ley de Cambio Climático.

La Estrategia Valenciana recoge objetivos como la reducción del 40 % de emisiones de GEI, alcanzar un 32 % de energías renovables y conseguir al menos una mejora del 32,5 % en la eficiencia energética para 2030. Fija para ello 83 actuaciones: 50 de elllas de mitigación, 31 de adaptación y otras 7 comunes. Las medidas contra el cambio climático van desde la movilidad y el transporte, los residuos o la salud, hasta la agricultura y la ganadería, o la investigación e innovación tecnológica.

Diez recomendaciones contra el cambio climático

A nivel individual, colectivos conservacionistas y ecologistas como Greenpeace dan pequeñas pautas con las que cualquier ciudadano puede contribuir a la lucha contra el cambio climático y además ahorrar al consumir menos energía, incidiendo en que no es un papel solo de la Administración cuidar del planeta.

1) Adquirir electrodomésticos de mayor eficiencia energética.

2) Usar bombillas y lámparas LED, que reducen el consumo energético hasta un 80-90% respecto a las antiguas incandescentes.

3 ) Apagar televisores, vídeos, ordenadores y todos los accesorios que les acompañan porque continúan consumiendo electricidad cuando están en «stand by». Para evitarlo, desconectar los enchufes o utilizar un enchufe múltiple con su propio interruptor de corte.

4) Evitar dejar enchufados cargadores y transformadores, porque siguen consumiendo electricidad incluso cuando no se utilizan.

5) En la cocina, pensar siempre en términos energéticos. Usar olla a presión, mejor la súper-rápida y no abrir el horno hasta que no acabe la cocción.

6) Colocar el frigorífico en un lugar fresco y abrir las puertas el menor tiempo posible.

7) Optar por la ducha rápida en lugar de un baño y apagar el grifo durante el enjabonado.

8) Instalar placas solares térmicas, que pueden suministrar entre el 60 y el 70 % del agua caliente necesaria en un hogar y esta cifra puede aumentar hasta el 100 % en regiones muy soleadas.

9) Ahorrar en la colada, lavando en frío y olvidando el prelavado. Realizar siempre el lavado con la lavadora llena, como mínimo a unos tres cuartos de su capacidad.

10) Tender la ropa para que se seque. Las secadoras son auténticas devoradoras de energía. Un hogar de cuatro personas que no utilice la secadora ahorrará 480 kWh -y 120 kilos de CO2- anualmente, equivalente a las emisiones debidas a conducir unos 1.000 km en coche.

Poner en práctica estas 10 medidas contra el cambio climático, no sólo permite preserva el medio ambiente sino que, además, facilitará una rebaja en la factura de la luz.