La reorganización de los Cuerpos de Seguridad del Estado para evitar duplicidades, impulsada por la Delegación del Gobierno, ha provocado recelos entre alcaldes y alcaldesas, e incluso mandos de la Policía Local de algunos municipios. Así se puso de manifiesto ayer en la primera reunión de los responsables del plan, la Policía Nacional y la Guardia Civil, con los dirigentes locales, en la que se quejaron de «falta de información y participación» (lo conocieron a través de un escrito apenas dos días antes de que se presentara), además de manifestar sus dudas sobre si en febrero estarán adaptadas las plantillas a sus nuevas responsabilidades.

Uno de los pueblos afectados es Aldaia, donde su alcalde Guillermo Luján dejó patente su «preocupación» porque la Guardia Civil, hasta ahora encargada de las zonas rurales y los polígonos, asuma en exclusiva el casco urbano (adscrito hoy a la Comisaría de Xirivella). «Las necesidades no son las mismas y nos preguntamos si el personal del cuartel tiene ya la formación para actuar con menores, en casos de violencia machista y otros», dijo. Además, el mandatario planteó que el Barrio del Cristo, que comparte con Quart de Poblet, quedará ahora en manos de dos cuerpos: la Guardia Civil en la franja de Aldaia, y la Policía Nacional en la de Quart.

En Torrent pasará al contrario. La Guardia Civil de Aldaia dejará de actuar en los campos y diseminados, que pasarán a ser competencia de la Comisaría de Policía Nacional. «Hemos pedido garantías de que el día 1 de febrero (cuando se hará efectivo el cambio) haya un aumento de plantilla y recursos para cubrir 60 kilómetros de término», indica la concejala de Seguridad, Inma Amat.

En Godella, que pasará en exclusiva al Cuartel de la Guardia Civil de Moncada, el consistorio reclamó con un informe estar adscrito a la Comisaría de Burjassot. «Nos parece bien unificar cuerpos pero no que nos deriven tan lejos», dijo el edil de Seguridad, Fernando Oliveros.

En Ontinyent, el alcalde Jorge Rodríguez, el más crítico, dijo que querían que se aclararan competencias pero «no la supresión de uno de los cuerpos (en su caso el de Policía Nacional)». Por ello, calificó el plan de «redistribución poco reflexionada y seria» y anunció un recurso y acciones legales.

En Sagunt, el alcalde Darío Moreno advierte de que espera que la reorganización «no suponga ni una desprotección ni una sobrecarga para la Policía Local, que ya asume muchas tareas que no le corresponden». «Ya que en nuestro caso será la Policía Nacional quien asume zonas rurales, queremos que nos precisen si eso se traducirá en más efectivos, si recibirán vehículos adaptados al medio rural y si habrá una estrategia específica para evitar los robos en el campo».

«Es una buena noticia»

En el otro extremo están Manises, Quart o Xàtiva, que aplauden el cambio. «Es una buena noticia para Xàtiva», ya que la futura comisaría «sube un escalón» y ello implicará «un notable incremento de la plantilla actual», dijo Roger Cerdà, además de aclarar que «el cuartel seguirá aquí y continuará tramitando licencias de armas para cazadores, habrá destacamento de tráfico, entre otros».