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Sanidad

Un robot que prepara quimios lleva meses parado en La Fe por falta de personal formado

Las bajas y traslados de las profesionales que aprendieron en su día han derivado en el parón - El hospital volverá a formar a un equipo para ponerlo en marcha

Un robot que prepara quimios lleva meses parado en La Fe por falta de personal formado

El servicio de Farmacia del Hospital La Fe mantiene parado desde hace al menos cuatro meses un robot de alta tecnología destinado a preparar de forma automatizada fármacos de quimioterapia por falta de personal formado que sepa trabajar con él.

El robot, el único de estas características que hay en la sanidad pública valenciana, se adquirió hace dos años con el objetivo de optimizar la preparación de los tratamientos de quimioterapia que se administran contra el cáncer. Los dos brazos robóticos controlados por un programa informático garantizan un control más exhaustivo de las cantidades, y además suponen una alternativa para evitar la exposición del personal sanitario a estos productos durante su preparación, ya que son tóxicos y se preparan bajo unas estrictas condiciones de seguridad en las salas blancas del servicio de farmacia.

Sin embargo, al menos desde este pasado verano el robot está parado. Fuentes del Hospital Universitario La Fe de València han reconocido que la máquina está «temporalmente» fuera de servicio tanto por la necesidad de «actualizar y adaptar» sus programas informáticos como por la ausencia de personal formado «específicamente» durante el «periodo vacacional» del verano.

Fuentes internas del servicio explican, sin embargo, que la falta de personal formado no se ha dado solo durante el verano sino que solo se dieron directrices para ello a un equipo de personas (tres enfermeras y una farmacéutica) que, durante estos meses se ha disgregado con salidas a otros servicios.

Y es que las integrantes que, por ejemplo, se quedan embarazadas son trasladadas a otra zona de trabajo por la toxicidad de los productos citostáticos con los que se preparan las quimioterapias y ha habido más de un traslado por esta razón entre las personas formadas en su día para manejar el robot.

De esta forma, la formación debería de iniciarse de nuevo para garantizar que la máquina pudiera volver a ponerse en marcha ya que, por ahora, solo se ha reincorporado tras la baja maternal a su puesto una de las profesionales que recibió instrucciones en su día para trabajar con la máquina, que además necesita calibraciones habituales para garantizar que las dosis sean exactas.

Precisamente desde el hospital La Fe apuntan a que esta formación se iba a retomar «a partir de octubre» cuando se encuentre el total de la plantilla reincorporada para evitar situaciones como esta interrupción temporal.

Sin afectar al ritmo de trabajo

Se trata de uno de los pocos robots de estas características que existen en hospitales públicos de todo el mundo: hace dos año solo había otros seis en funcionamiento.

Desde el Servicio de Farmacia explicaron que en los primeros meses que la máquina estuvo en funcionamiento elaboró 250 preparaciones para pacientes adultos que estaban en tratamiento de quimioterapia, una pequeña parte de las 40.688 mezclas intravenosas que el Servicio de Farmacia de La Fe preparó durante 2016 para 2.607 pacientes (tanto adultos como niños) principalmente enfermos de cáncer. Dos años antes la media era de 35.000 preparados quimioterápicos. Se preparan así de media 111 tratamientos al día.

Desde el hospital aseguraron en este sentido que el parón de la máquina no había «impactado» en el volumen de preparaciones de tratamientos que se hacen en el servicio y «tampoco ha supuesto ningún incremento en el tiempo de preparación ni de administración de los mismos». La máquina se encarga también de preparar reconstituciones anticipadas de viales, facilitando el trabajo del personal de enfermería que después elabora de forma manual los preparados citostáticos.

Fuentes internas explicaron que, además de mejorar la seguridad al evitar en mayor medida el posible contacto con los productos antineoplásicos, otra de las ventajas de trabajar con esta tecnología es que realizaba tareas que suponen un esfuerzo y derivan en problemas musculares para el personal de enfermería por la «fuerza y el tipo de movimiento repetitivo» que se ha de realizar.

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