Si hay una modalidad formativa que parece estar en boca de todos durante los últimos años es la Formación Profesional. Administración, mundo educativo y tejido empresarial coinciden en la necesidad de prestigiar e impulsar estos estudios, ya que los datos muestran que la inserción laboral es casi inmediata y que más de un 40 % de ofertas de empleo requieren estas titulaciones técnicas.
Hace dos semanas, los empresarios valencianos destacaron la necesidad de que las empresas «se comprometan con el desarrollo de la FP, en especial con la FP Dual» y la semana pasada la Fundación Bankia por la Formación Dual lanzó una nueva convocatoria de sus ayudas estatales, una cuarta parte de las cuales fueron a parar a proyectos de centros valencianos en 2018-19. Estos dos hechos han vuelto a poner sobre la mesa el interrogante del papel de la FP Dual.
En 2019-20, un total de 2.421 alumnos han optado por esta modalidad, más del doble que hace tan solo dos cursos, ya que en 2017-18 los estudiantes matriculados eran 1.054, según datos de la Conselleria de Educación. Pese al aumento, sigue siendo una opción muy minoritaria en la Comunitat Valenciana, ya que representa el 2,7 % de los 89.508 alumnos de FP, dato similar a la media estatal.
La FP Dual, que aparece por primera vez en el sistema educativo valenciano por un decreto de 2012 e inicia su andadura en 2013-14, se caracteriza por una mayor colaboración y participación de las empresas, ya que la formación se recibe tanto en el centro educativo como en las compañías donde se realizan las prácticas, lo que teóricamente mejora la inserción laboral del alumnado, que se forma «a medida». De hecho, según datos de la conselleria, en 2017-18, eran 3.029 las entidades y empresas que colaboraban con la FP Dual y el 47,55 % de los egresados encontró trabajo en menos de un año, el 21 % en seis meses y casi el 19 % fue contratado donde se formó.
Recientemente, la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) Asociación Valenciana de Empresarios (AVE)presentó en Madrid un documento titulado El compromiso de los empresarios con la educación: situación actual y retos de futuro, que realizó junto el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE) y las asociaciones territoriales vinculadas al Instituto de Empresa Familiar (IEF).
En el documento destacan «las ventajas de la formación dual» que «más o menos compensan los costes de las empresas para implicarse en ella» y por eso la consideran «preferible» a la ordinaria. Las empresas reclaman «más formación práctica en la FP» y, aunque reconocen la «ya amplia oferta actual», critican la «escasa implantación en España, pese a la intención declarada reiteradamente por parte de todos los gobiernos de convertir su impulso en un eje fundamental de la política educativa», lo que contrasta con países como Suiza, Alemania y Austria, detallan.
Pero eso no es todo, el tejido empresarial también hace autocrítica y se sabe parte de la solución, así que también arrima el hombro. En el texto se reconoce la «escasa experiencia y tradición de las empresas españolas a la hora de organizar un sistema novedoso en nuestro país como es la formación dual», y se pide el «compromiso con el desarrollo de la FP, en especial con la FP Dual, con una mayor implicación, ofreciendo más plazas y colaborando en la financiación».
Anterior a este documento, de 2018, es el informe Repensem l'FP, elaborado por el Consell Escolar de la Comunitat Valenciana con la colaboración de Dualiza Bankia, en el que se instaba a la Administración a «revisar la normativa de la implantación de la FP Dual, para establecer convenios entre la Conselleria de Educación y las organizaciones empresariales para desarrollar la FP Dual de manera diferente a la actual, puesto que hoy la responsabilidad única recae sobre los centros».
«Hace falta avanzar más»
Parece que las empresas prefieren tener más tiempo al alumnado en sus instalaciones para que, así, los futuros trabajadores estén familiarizados desde el principio con la realidad que les espera fuera de las aulas. Pero los centros educativos tienen otro punto de vista.
Toni Lapaz, profesor de FP, explica que los grados, tanto medios como superiores, cuentan desde la Logse con Formación en el Centro de Trabajo (FCT), lo que se traduce en 400 horas de prácticas en empresas que todo alumno debe cumplir para obtener el título. Así, recalca que «la FP se examina en el último trimestre de cada curso».
Lapaz recuerda que, desde su origen, «la FP ya está estructurada para ser una recreación del trabajo real»y «representar estas situaciones en las aulas y los talleres». De hecho, considera que el sistema español es el «más cercano» al mundo laboral.
Por esto, asegura que la FP Dual está «muy bien como una modalidad más, pero no es para todos los alumnos ni empresas, solo en casos puntuales», como cuando una firma tiene dificultades para encontrar un perfil muy específico o sabe con exactitud las vacantes que tendrá en un futuro próximo, por ejemplo, por jubilaciones; y para que el alumnado trabaje con maquinaria de la que carecen los institutos. «Es un modelo que hay que asentar y no tiene que ser la bandera ni nos va a 'salvar'», resume.
Otros docentes consultados coinciden en la falta de definición del modelo y consideran que «antes de impulsarse tendría que estudiarse bien qué se pretende». «La idea es buena pero quizás no para todas las familias», matizan también. Otros problemas que ven los profesores es el «infierno» de la gestión administrativa o la falta de control a los convenios que firman los centros privados.
Por su parte, la Conselleria de Educación apuesta por difundir esta modalidad y considera que los resultados «son muy positivos, pero hace falta avanzar más». Por esto, explican que la Dirección General de FP «trabaja en la flexibilización del modelo», otra de las reivindicaciones, además de «en el aumento de convenios con las empresas y en la mejora de la cualidad de las estancias» del alumnado.
Las fuentes de Educación aseguran que la adaptación de la oferta educativa ha sido «uno de los grandes retos para mejorar la FP valenciana», que durante los últimos cuatro años ha acogido 300 nuevos ciclos y 12.500 plazas más. Este curso, la oferta se ha ampliado con 42 ciclos nuevos y las experiencias internacionales superan las 1.000, entre diferentes Erasmus+ tanto de Grado Medio como Superior y junto a las becas destinadas a hacer prácticas en otros países europeos. Ahora, la conselleria define el Plan Estratégico de FP, para harmonizar la oferta con datos objetivos, apuntan.
