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Entrevista

Sonia Vivas: "El patriarcado es también hacer la cena a tu marido cuando llegas del trabajo"

Feminista, activista LGTBI y autora de 'Manual de resistencia feminista'

Sonia Vivas: "El patriarcado es también hacer la cena a tu marido cuando llegas del trabajo"

Relata Sonia Vivas que llegó al feminismo «víctima de un naufragio y agarrada a una tabla». Ese naufragio tiene que ver con su experiencia como policía local en Palma de Mallorca, un cuerpo donde, asegura, el «machismo campa a sus anchas» y en el que ser mujer y lesbiana, como es su caso, es casi una temeridad. Si, además, como ella hizo, lejos de mirar a otro lado, se sacan a pasear las vergüenzas (denunció el abuso de algunos de sus compañeros hacia las prostitutas), es fácil imaginarla ahogándose en mitad de un océano sin nada donde agarrarse. Por aquel entonces Sonia Vivas aún no había escrito su manual para sobrevivir al machismo, pero la semilla del activismo estaba ya en ella y comenzaba a crecer en forma de tuits que tuvieron y siguen teniendo una enorme repercusión.

Pero la experiencia y su inquietud por «contar lo que pasa en las instituciones», daban para más que twitter y el resultado fue Nos queremos Vivas. Manual de autodefensa feminista, una guía para ayudar a «identificar» ese sistema que daña a las mujeres y también a los hombres «a quienes obliga a encajar dentro de unos determinados roles». «¿Qué pasaría si en lugar de mujeres se hubiera asesinado a noventa hombres? Sería una hecatombe, el problema es normalizar la violencia de género y no preguntarse qué hay detrás de ella», apunta.

Vivas, que hoy presenta su libro en València (Centre Octubre, a las 12 horas), está empeñada en desenmascarar ese sistema patriarcal que pone a los hombres «en situación de privilegio» y a las mujeres como «subalternas». «El patriarcado -relata- es todo, es esa construcción social que sitúa a hombres y mujeres en espacios separados, es también dar por válido hacer la cena a tu marido cuando llega a casa aunque vengas de trabajar». «Lo creamos entre todos», apunta Vivas, quien incide que este sistema nos atrapa. «Yo misma, como feminista, debo revisarme continuamente porque hemos sido socializadas en roles de género. Nadie está libre de caer en el machismo».

Vivas, en excedencia del cuerpo policial, ha trasladado ahora su activismo a la política. Fue de dos en la lista de Unides Podem en Palma las pasadas elecciones y es concejala de Justicia Social. Comparte 'casa' con una ultraderecha que ha pueso en ella el foco. «He perdido la cuenta de las veces que han pedido mi dimisión y de las burradas que me dicen», señala.

«En la política también hay machismo y los partidos son parte de este patriarcado»,afirma. Aunque matiza: «Creo que a la izquierda sí le importa la igualdad, pero hacen falta más mujeres al frente con conciencia de género hombres que aprendan a escucharlas». «Ningún hombre se compra un libro de feminismo, se compran todo tipo de libros, sobre todo escritos por hombres», reflexiona. Por eso, Vivas apuesta por sumar a los «hombres buenos», aquellos que se esfuerzan por entender, que llaman la atención a otros cuando babean al ver pasar una mujer, que son valientes por decir ya está bien». «Hay que tejer alianzas, lograr que entiendan el feminismo como propio», subraya Vivas.

En este sentido, cree que su manual «es un libro que cualquier padre con una hija adolescente leería y querría que ella leyera». Fruto de su experiencia policial, Vivas enseña a través de su libro técnicas básicas de autodefensa.

Con todo, subraya que el objetivo principal es que una mujer si es atacada tenga elementos para tomar una decisión que puede ser trascendental: «Si te defiendes, si luchas o te abandonas para salvarte. Este manual es también una herramienta para salir del maletero de un coche», apunta. Vivas trabaja también activamente para concienciar de que la prostitución «es una forma de violencia porque si no hay dinero, no hay relación».

«Hay que hablar de precariedad», indica. Y pone el foco en el hecho de que la ley de violencia de género deja fuera a muchas víctimas que no son reconocidas como tales por carecer de relación con el agresor: «Hasta el agresor elige la categoría de víctima: en función de si te amó o te ama, estas o no incluida en la ley. Es discriminatorio», concluye.

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