El trasvase Tajo-Segura entra en una peligrosa cuenta atrás. Con 19 hm³ de agua correspondientes al trasvase aprobado en octubre sin llegar, el envío de caudal para este noviembre se presenta aún más complicado, ya que en los embalses de cabecera, Entrepeñas y Buendía, la reserva de agua está en 438 hm³, lo que deja una bolsa de agua trasvasable de tan solo 38 hm³, sobre los «hasta 20 hm3» que contemplan las normas de explotación del acueducto. El pasado día 1, fecha de referencia para calcular el agua a trasvasar este mes a Alicante y Murcia, la reserva estaba en los 460 hm³, cifra ficticia, porque hay que restarle los 20 hm³ que no han llegado de octubre. Aún así, todavía hay agua para enviar, pero si no llueve este mes, todo apunta a que el 1 de diciembre se produzca de nuevo el cierre técnico. Lo peor es que sigue sin llover sobre la cabecera del Tajo.

Desaladora de Torrevieja

La delicada situación de las reservas explica, por otro lado, el paso adelante dado por la Confederación Hidrográfica del Segura, cumpliendo instrucciones del Ministerio para la Transición Ecológica, con la convocatoria del reparto por concesión de los 80 hm³ de agua de la desaladora de Torrevieja. Movimiento que ha descolocado a los propios agricultores porque la planta sigue sin tener conexión con el embalse de Crevillent, de donde cogen el agua los 25.000 agricultores cuyas explotaciones dependen directamente del agua del Tajo.