El Botànic II ha dado su primer paso para implantar una suerte de policía fiscal interna para evaluar la eficiencia de las políticas públicas de gasto, una iniciativa que siempre ha formado parte de los objetivos programáticos de la izquierda, pero que ha estado aparcada todos estos años sin que se haya realizado ningún control que certifique hasta que punto se están aprovechando bien los recursos. Hasta ahora.

La ley de presupuestos de la Generalitat de 2020 contiene una novedad que ha pasado desapercibida, pero que, una vez implantada, puede suponer un plus a cómo hasta ahora se impulsa la acción de Gobierno. La ley recoge en una de sus disposiciones el compromiso de aprobar dentro del ejercicio próximo un Plan Estratégico para la Evaluación de las Políticas Públicas, un protocolo que marcará cómo debe realizarse la evaluación continúa de las políticas públicas de gasto, así como la valoración de sus resultados.

Colaboración de las conselleries

El objetivo -recoge la ley- es «asegurar una mayor eficiencia en la gestión de los recursos públicos, así como contribuir a la mejora en la asignación de los mismos». Además, debe permitir realizar un proceso de revisión del gasto en colaboración con todos los departamentos y entidades del sector público de la Generalitat. Será la Conselleria de Hacienda que dirige Vicent Soler la encargada de poner en marcha e implantar el citado plan.

Aunque es ahora cuando la iniciativa se ha reflejado en la ley presupuestaria, el departamento de Soler lleva ya algún tiempo trabajando. De hecho, se han mantenido reuniones con las diferentes conselleries ya que la evaluación del gasto afectará a políticas públicas de toda la Generalitat. Esto implica la colaboración de todos los departamentos. En principio, las fuentes de Hacienda consultadas precisaron que no han encontrado reticencias.

El proceso de inicio de la evaluación de las políticas públicas coincide con un arranque de legislatura convulso y de creciente desconfianza entre los socios, sobre todo entre PSPV y Compromís. La negociación de las últimas cuentas ha sido extremadamente tenso. Por otro lado, el Botànic II echa andar con una delicada situación financiera y la amenaza de una crisis económica. En este sentido, ser eficiente en el gasto es una necesidad para el Consell.

Fuentes de Hacienda precisaron que este plan de evaluación de políticas públicas contará de dos partes. De un lado, la evaluación continua y ordinaria de todas las políticas que comporten gasto (leyes, decretos, subvenciones, etc.) y, de otro, la implantación de un método, conocido como Spending Review, cuya finalidad es la revisión integral del gasto para detectar posibles ineficiencias y solapamientos entre Administración.

La referencia son los procesos de evaluación del Spending Review llevados a cabo por la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (Airef), bautizada en su día como la policía fiscal que puso en marcha el ministro del PP Cristobal Montoro. La Airef ha realizado varios informes específicos que afectan al gasto de las Administraciones Públicas, en concreto, en materia de políticas de empleo, gasto farmacéutico y subvenciones.

En principio, la Conselleria de Hacienda tiene previsto poner el foco en estas áreas de gasto. Las acciones serán coordinadas por las direcciones generales de Presupuestos y de Modelo Económico. La idea es reforzar el área para contar con personal que pueda hacer este trabajo.