La Conselleria de Innovación e Universidades lanza un mensaje de «tranquilidad» a las cinco universidades públicas valencianas. La responsable del departamento Carolina Pascual, explicó ayer en las Corts que la deuda histórica -que la Generalitat debe pagar anualmente a estas instituciones- se abonará, aunque no se haya incluido en el proyecto de presupuestos de 2020.

Pascual apuntó que el pago de la deuda «está garantizado» y que se ejecutará a través de una «modificación de crédito antes del 31 de diciembre», por eso no se contempla en los datos de 2020. Así, la nueva conselleria ubicada en Alicante, actúa de la misma manera que ya lo hizo la Conselleria de Educación el año pasado, ya que también aprovechará los remanentes de los presupuestos en curso para adelantar el pago del próximo año. En esta ocasión, se trata de 67 millones de euros, detallan fuentes de la conselleria.

En los presupuestos tampoco se incluye la cuantía de una parte de los gastos de personal, en concreto, la compensación económica entre la normativa estatal y la autonómica que deben recibir las universidades. El departamento recalca que esta partida, que no se puede concretar con antelación pero que podría rondar los 14 millones, también está «asegurada».

La consellera de Innovación y Universidades recordó ayer que se trata de unos presupuestos de transición en una coyuntura estatal poco favorable. «Que no tengamos Presupuestos Generales del Estado es un problema, intentamos solucionarlo en la medida de lo posible», aseguró Pascual. «Somos conscientes y sensibles de la situación económica de las universidades, estamos haciendo todo lo que podemos para mejorar, pueden estar tranquilas», añadió, al tiempo que explicó que las mejoras en el sistema universitario se harán «progresivamente».

En la comparecencia en la comisión de las Corts, la consellera defendió que el presupuesto para la Educación Superior del próximo año será de 825,6 millones de euros, lo que suponen 2,2 millones más que este año. Por esto, afirmó que la conselleria «hace una apuesta fuerte por las universidades, que son generadoras y transmisoras del conocimiento y uno de los agentes más importantes de la investigación y de la innovación».

No obstante, la rectora de la Universitat de València, Mavi Mestre, ya manifestó el martes su «decepción» con los presupuestos, al considerarlos «no ya una mejora, tal como hemos exigido, sino un retroceso». Ayer, se sumaron el resto de instituciones, a través de la Conferencia de Rectoras y Rectores de las Universidades Públicas Valencianas (CRUPV).

La actual presidenta, Eva Alcón, responsable de la Universitat Jaume I de Castelló, tildó de «preocupante» el escenario financiero para 2020. La CRUPV valora «el compromiso del gobierno valenciano a la hora de asumir íntegramente la anualidad de la deuda histórica antes del 31 de diciembre y que permitirá incorporar a las universidades 68,9 millones de euros», perolos rectores y rectoras reclaman «un incremento de la subvención ordinaria para poder hacer frente a los gastos de personal derivado de las normativas estatales y autonómicas». Según la CRUPV, estos gastos pueden llegar a suponer hasta «24 millones de euros, de los cuales solo se han consignado 8 y este año había 12».

Década negra por la crisis

Alcón declaró ayer que entre 2010 y 2020, el presupuesto de la Generalitat ha pasado de 14 mil millones de euros a 17 mil millones, mientras que el de las universidades en lugar de incrementar, ha descendido, por lo que puede considerarse una década negra para la educación superior.

Según los cálculos de los rectores y rectoras, mientras han crecido los fondos de la Generalitat, los de las universidades han pasado de representar el 6,63 % del total, al 5,45 %. Asimismo, «la inversión pública en universidades se ha reducido casi un 18 % en una década», lamentó Alcón, por lo que pidió al Botànic II y al resto de partidos «la suficiente sensibilidad para modificar esta situación durante el trámite parlamentario».

Por otro lado, las universidades consideran «muy positivo» el plan de financiación, previsto para 2020, y que deberá dar estabilidad a las instituciones, lo que les permitirá «una planificación adecuada». «Esta es una debilidad que lastra nuestro desarrollo desde hace más de una década y que tenemos que resolver de manera urgente», aseguró.

Sobre este punto, la conselleria manifestó que se trabaja «en un diálogo muy fluido» para «crear el mejor escenario de financiación plurianual». Así, reafirmó que a principios de 2020 estará listo «un documento inicial».

21 millones por la bajada de tasas

Dentro del presupuesto de universidades se incluyen 30,8 millones en becas; 473.000 euros para ayudas al transporte del alumnado; 600.000 euros destinados al programa Erasmus, ó 21 millones para las instituciones como compensación por la bajada de tasas de matrícula de los últimos cursos, entre otras inversiones explicadas ayer en las Corts.