La deuda valenciana de 47.000 millones, impagable según la Sindicatura de Comptes, seguirá creciendo mientras no se produzca una reforma del sistema de financiación. El modelo actual lleva caducado desde 2014 y ningún Gobierno de España ha conseguido acometer su reforma. Lo dijo ayer el conseller de Hacienda durante la presentación en las Corts de los presupuestos de su conselleria y de Presidencia.

Soler se refirió a la deuda valenciana y aseguró que un tercio del total (33 %) proviene de la gestión del PP, aunque esta ha crecido como consecuencia de la infrafinanciación. El conseller aseguró que en los tiempos del PP había dos fuentes de déficit: la mala gestión y la corrupción y, por otra parte, la infrafinanciación y que ahora solo hay una, la falta de financiación. Soler sostuvo que los presupuestos se han elaborado desde la prudencia, la ambición y la reivindicación, pero la oposición (PP, Cs y Vox) le contradijo ya que considera que las cuentas son irreales, están hinchadas con ingresos ficticios y tienen errores contables. Son «irresponsables, imprudentes e inverosímiles», dijo el portavoz de economía del PP, Rubén Ibáñez.

El titular de Hacienda, que cerró la ronda de comparecencias de consellers para detallar los presupuestos de 2020, destacó los 40 millones destinados al Fondo de Cooperación Municipal y los 1,2 a instalar cajeros automáticos en municipios con problema de despoblación, unos 120, a unos 10.000 euros por aparato. También anunció tres millones a promover nuevas rutas desde el aeropuerto de Castelló.

Hacienda, que contará con un total de 337 millones, un 1,9 % más, impulsará la digitalización de la Administración con 149 millones y destinará otros 19 para Innovación Tecnológica Educativa. El Banco Público incluirá partidas para autónomos, microempresas, emprendedurismo y pymes. La Agencia Tributaria Valenciana recibirá 53,4 millones.