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Decisión

Sanidad justifica que las ayudas para farmacia estaban sobredimensionadas

La Administración defiende que el recorte de 25,8 de los 93 millones actuales busca ajustar el presupuesto al "gasto real" en subsidios - "Nadie se va a quedar sin su ayuda contra el copago", asegura la consellera

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Las ayudas para hacer frente al copago farmacéutico van a sufrir un recorte de un 27 % en el presupuesto del próximo año pero, «esto no significa que la gente que las necesita las va a dejar de recibir, sino que estamos ajustando a la realidad la partida presupuestaria». Así explicó ayer la consellera de Sanidad, Ana Barceló, el por qué de ese recorte en las cuentas de 2020 que va a dejar una partida que este año tenía consignados 93 millones de euros en 67,4 anulando de raíz dos líneas de ayudas para colectivos más vulnerables como receptores de la renta valenciana de inclusión y personas que ingresan por debajo del salario mínimo interprofesional (SMI).

Según explicó ayer la consellera a Levante-EMV, el recorte que se va a hacer en los presupuestos de 2020 responde a la necesidad de «ajustar la partida» al gasto real que se está haciendo después de comprobar que la inclusión de estos 20 millones de euros extra no eran necesarios al tener ya otras cinco partidas específicas de ayuda que «están cubriendo la demanda social» de ayudas para farmacia.

Las líneas específicas contra el copago farmacéutico establecido por el gobierno de Mariano Rajoy en 2012 empezaron a establecerse en 2016 dirigidas a dos de los colectivos que más lo sufrían: los pensionistas con rentas bajas y personas con diversidad funcional. En total 41,6 millones para hacer frente al copago.

Un año después, la exconsellera Carmen Montón apostó por ampliar las ayudas a los menores que vivieran en familias con rentas bajas. En 2018 se unieron otras dos líneas específicas: desempleados con rentas bajas y familias monoparentales. Se sumaron, además otros 20 millones para estos colectivos más desfavorecidos hasta sumar 89,6 millones.

El «combo» de cinco líneas de ayudas (con más de 72 millones de presupuesto) más 20,5 millones para colectivos desfavorecidos se replicó para las cuentas de 2019 llegando a los 93,2 millones de presupuesto. Sin embargo, y según han reconocido ahora desde la administración, las primeras cinco líneas específicas creadas ya estarían cubriendo la demanda de ayudas contra el copago, por lo que la inclusión de otros 20 millones de subsidios suponía un sobredimensionamiento que, ahora, había que corregir.

«Desde que las ayudas se implementan, las personas en cada uno de los colectivos accedieron a ellas pero esos colectivos, año tras año, no crecen exponencialmente por lo que hay que ajustar a la necesidad real que hay», explicaron fuentes de la conselleria que aseguraron, además, que si hubiera un aumento no esperado de la demanda, la partida igualmente «recibiría más fondos».

Los 20,5 millones, sin tocar

El ajuste se puede ver en la línea de familias monoparentales. Según explicó la consellera esta semana en su comparecencia ante las Corts, eran 105 familias monoparentales las que se acogían a estas ayudas en toda la Comunitat Valenciana para una partida que tiene previstos 5 millones de euros. El gasto real se acerca a los 6.000 euros, de ahí que el año que viene se recorte la partida a esa cantidad.

De hecho, los 20,5 millones incluidos en el presupuesto para esos colectivos más desfavorecidos (líneas que van a desaparecer) están sin tocar en los presupuestos de este año. Según la actualización de la ejecución presupuestaria de las cuentas 2019 a 30 de septiembre de 2019, las dos líneas están sin gastar: los 10,5 millones para personas que ingresan menos del SMI están enteros y de los 10 millones previstos para las personas que cobran la renta de inclusión se han detraído 7,5 millones para otras partidas pero, el resto, está también sin tocar.

«Se hincharon las cuentas»

El portavoz del Partido Popular en la comisión de Sanidad de las Corts, José Juan Zaplana fue quien este martes interpeló a la consellera Barceló por ese recorte injustificado. Para Zaplana el que ahora se tuviera que rebajar la partida un 27 % por haber incluido dinero que nunca se ha gastado solo respondía a un «exceso de márketing político» alimentado por las «luchas de poder entre los socios de gobierno del Botànic».

«Se hizo un excesivo márketing político en un intento por parte de la consellera Carmen Montón de usurpar competencias a la Conselleria de Igualdad de Mónica Oltra, en un momento en el que había gran tensión política entre ellas y con Montón promocionándose para ministrable en Madrid por lo que se hincharon las cuentas», aseguró ayer el portavoz del Partido Popular que asegura que las fechas avalan esta explicación. «Se hincharon para reforzar a Montón y tampoco se quitaron de cara a 2019 porque había elecciones», añadió el popular que criticó que el ajuste no se hubiera hecho antes «si en la ejecución de los presupuestos del año pasado ya se habían dado cuenta de esta desproporción. No tuvieron valentía de retirarlas y ahora lo han hecho por la puerta de atrás».

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