Desde la reforma del Código Penal en el año 2007, los conductores que han cometido delitos contra la seguridad vial se pueden enfrentar a desde multas hasta el ingreso en prisión, además de trabajos en beneficio de la comunidad o la retirada del carné. En este contexto, del total de 33.870 sentencias que se dictaron en la Comunitat Valenciana por cualquier delito durante el año 2018, 10.779 fueron por ponerse al volante en estado de embriaguez o bajo los efectos de las drogas, conducir a velocidades muy elevadas o de manera temeraria, o circular sin carné de conducir ya sea por haber agotado los puntos o por haber sido retirado por orden judicial. Esas cifras suponen casi un 32% del total de los fallos de los juzgados valencianos, lo que sitúa a la Comunitat Valenciana como la tercera autonomía con más sentencias dictadas por delitos al volante el año pasado, por detrás de Catalunya y Andalucía, según datos de la Fiscalía Superior de la Comunitat Valenciana.

Este dato significa un aumento de casi un 5 % en los delitos de esta tipología respecto al ejercicio de 2017, cuando el número de sentencias relacionadas con la seguridad vial en la Comunitat se situó en 10.290.

Las estadísticas por provincias reflejan que la demarcación de València está a la cabeza en este sentido, ya que en el 2018 se dictaron un total de 4.794 sentencias judiciales por estos delitos. En Alicante, por su parte, el total se sitúa en 4.653 casos, mientras que en la provincia de Castelló fueron 1.332 fallos, lo que supone un aumento de las sentencias en las tres demarcaciones respecto al 2017.

En cuanto a los motivos que llevaron a las sentencias condenatorias en la Comunitat Valenciana, destacan sobre todo conducir bajo la influencia del alcohol u otras drogas y viajar sin permiso de conducción.

Concretamente, el alcohol y las drogas motivaron 7.242 condenas en 2018, lo que significa más de un 67 % de los casos. Las faltas por conducción sin carné, por su parte, supusieron 2.946 sentencias condenatorias, más de un 27 % del total. Los demás fallos judiciales fueron por la negativa de realizar pruebas de alcohol o drogas -401 casos-, por conducción temeraria -155-, por conducir a una velocidad excesiva -31 sentencias-, por conducción por desprecio para la vida -3 del total- y en una ocasión por otros riesgos al volante.

Pese al gran número de condenas, los valencianos que ingresaron en prisión por delitos de tráfico fueron solamente cinco, ni siquiera un 1 % de los 10.779 casos. Dos de ellos fueron condenados por conducir bajo los efectos del alcohol o drogas, mientras que los tres restantes lo hicieron por conducción temeraria.