Intersindical Valenciana desplegó este fin de semana una ofensiva contra el Consell después de haber quedado excluido de la Mesa general de la función pública. El sindicato próximo a Compromís denunció el sábado que la «Administración del Botànic censura las comunicaciones» del sindicato y criticó que «esta semana, para confirmar su deriva hacia el sectarismo, después de haber excluido el sindicato mayoritario de la Mesa General de Negociación, ha retenido los correos informativos de Intersindical Valenciana».

El sindicato explicó que «a pesar de la duración excepcional del incidente» no tenía «ninguna duda» de que este «silencio accidental tenía que estar motivado por un imprevisto de carácter técnico». No obstante, remarcó que al recibir el pasado jueves los correos informativos de otra organización sindical, que «habían sido enviados a la plataforma de distribución», tuvo que reconocer «con pesar y a regañadientes» que «este bloqueo selectivo practicado durante la semana previa a las elecciones no es en absoluto accidental y, además, se aplica exclusivamente contra STAS- Intersindical Valenciana».

«Esta obstrucción a nuestra acción sindical viene a culminar de la peor manera posible una estrategia de discriminación en la otra cara de la que se ha practicado una dinámica continuada de privilegio en el acceso a la información para determinadas organizaciones», añadía la organización en un comunicado. Y denunciaba que «parece que como nos querían dóciles y no lo somos, ahora nos vuelen 'outsiders'».

En esta línea, Intersindical Valenciana recordó «ante sus obstrucciones, arbitrariedades y discriminaciones» las palabras de Maria Aurèlia Capmany: «Nunca seré bastante vieja, ni bastante cobarde, como para no volver a empezar de jefa y de nuevo y con las manos vacías». «Porque las mujeres y hombres de Intersindical Valenciana hemos venido para quedarnos», zanjaba.

Y ayer domingo, la Intersindical exigió una mayor agilidad y efectividad en los procesos de situaciones de dependencia para que lleguen «en tiempo y forma» las ayudas y recursos, tras haberse reunido con la Coordinadora de les Plataformes de la Dependència del PV. En la cita se trató la figura del asistente personal y se destacó la dificultad del procedimiento para contratarlo, así como el retraso en los pagos por parte de la conselleria que dirige Mónica Oltra, por lo que reivindica que «se abonen a las familias como máximo en un mes y que no tengan que encargarse de los pagos meses y meses en espera de que llegue el dinero de la administración.

Por otro lado, se abordó la falta de coordinación entre conselleries, «lo que crea situaciones anómalas como que las personas con TEA no puedan ser atendidas en los centros educativos por sus asistentes personales», situación que la Coordinadora ha decidido elevar en la próxima reunión a la administración. También se lamentó la falta de información en torno a la figura del asistente personal y a la dificultad para encontrar personas adecuadas para realizar esta función.

En la reunión también se expuso una queja «contundente» sobre las listas de espera que se están produciendo tanto en la valoración como en la resolución de los expedientes de dependencia y sus respectivos grados. En la actualidad existen más de 26.000 persones en espera de resolución, la que supone que desde que se solicitan pueden pasar varios años. El sindicato señala que «este embudo» se encuentra en la Conselleria de Igualdad, que no pone remedio agilizando los trámites burocráticos para buscar mayor efectividad y no dejar que pase el tiempo.

La Intersindical se suma a esta denuncia de que quedan en el aire las ayudas de miles de persones que están en riesgo de exclusión social y señala que «después de cinco años en el poder de los actuales gobernantes progresistas, se crea inestabilidad e incredulidad entre las familias y los usuarios». Así exigen una agilización en los procesos de situaciones de dependencia para que lleguen en tiempo y forma las ayudas y recursos ya valorados por los técnicos.