El 20 por ciento de las personas con diabetes que ingresan en el hospital lo hace por problemas en los pies, y las consecuencias de esta enfermedad en las extremidades inferiores son neuropatías, problemas circulatorios, úlceras e incluso su amputación.

Así lo aseguran desde el Colegio Oficial de Podólogos de la Comunitat Valenciana (ICOPCV), que en un comunicado alertan de que la mortalidad tras una amputación por "pie diabético" supera el 70 por ciento, "por encima de la de los cánceres más comunes".

Con motivo de la celebración este miércoles del Día Mundial de la Diabetes, la entidad colegial ha facilitado estos datos, que se incluyen en una memoria remitida por el Consejo General de Colegios Oficiales de España al Ministerio de Sanidad para justificar la inclusión del podólogo en el Sistema Nacional de Salud.

"La diabetes es una enfermedad directamente relacionada con la salud de los pies", aseguran desde el ICOPCV, que añade que la prevalencia del llamado "pie diabético" está entre el 8 y el 13 por ciento de la población diabética y en personas entre 45 y 65 años.

Se caracteriza por la presencia de problemas circulatorios, pérdida de sensibilidad en los pies por afección de los nervios periféricos y aparición de úlceras, que unido a sus problemas de cicatrización "pueden agravarse desembocando en consecuencias mayores como amputaciones de los miembros inferiores".

"El coste social, psicológico y económico de una amputación es muy elevado", asegura la presidenta del ICOPCV, Maite García, que añade que el número de amputaciones podría evitarse en un 40 % si el podólogo formara parte del Sistema Nacional de Salud, "ya que esto permitiría que se diagnosticara y tratara de una forma precoz de manera ambulatoria".

Las fuentes han destacado que la mortalidad tras una amputación por pie diabético es de un 70 %, cifra que está por encima de los cánceres más comunes, y recuerdan que en España se producen once amputaciones menores y siete amputaciones mayores por cada 100.000 habitantes.

Para cuidar los pies de las personas diabéticas, los expertos recomiendan acudir periódicamente al podólogo para una revisión minuciosa y controlarlos diariamente con un espejo, por si la pérdida de sensibilidad no alertara de una úlcera o rozadura que se pudieran complicar.

También es "imprescindible" una buena higiene y secado de los pies, la hidratación diaria de los mismos, utilizar calcetines y calzado sin costuras interiores y comprobar que se utiliza un calzado de talla adecuada, ya que debido a la falta de sensibilidad se puede estar usando una talla más pequeña sin detectar la molestia y estar afectando al pie sin ser conscientes.