El jefe del cuartel de Alta Disponibilidad Terrestre en València, el teniente general Francisco José Gan Pampols, ha defendido la necesidad de que la tecnología garantice la confianza en ella misma, en el marco de una «sociedad digital vulnerable». El militar impartió una conferencia en el marco del XXIX Seminario de la Fundación Étnor, fruto de la renovación de la colaboración entre la Fundación Étnor y la Fundación Bancaja y que aborda en esta nueva edición la Ética en la era de la inteligencia artificial.

Gan Pampols habló sobre la Ciberinteligencia en la era de la incertidumbre, y abordó «las múltiples amenazas a la sociedad en un mundo incierto y las actividades de inteligencia en los procesos de la ciberseguridad que se ocupan de analizar, prevenir, identificar y localizar estos ataques a través del ciberespacio». A su juicio, «la tecnología es una especie de trampolín gigante que nos proyecta a un futuro indescriptible, lleno de grandísimas oportunidades pero también con grandísimos riesgos, de tal forma que la misma tecnología debe garantizar la confianza en ella».

El teniente general reconoce que «todos los países han tomado conciencia de lo que es la ciberseguridad» y valora que lo primero que hay que hacer es «prevenir y concienciar al individuo de cuáles son las vulnerabilidades porque el elemento más débil es el factor humano». «El ciberespacio no está acotado, es de todo el mundo, es muy difícil introducir medidas de obligado cumplimiento cuando convergen en el mismo espacio todos los actores», subrayó.

«Filosofía de la sospecha»

Por su parte, el presidente de la Fundación Étnor, Enrique Belenguer, estima que «ante escenarios inciertos contamos con la filosofía de la sospecha, esa corriente que nos lleva a cuestionar nuestro momento vital, nuestros valores, en definitiva a cuestionar nuestra sociedad con el objetivo de cambiarla, de orientarla un horizonte sostenible para todos». «Los riesgos de las tecnologías nos condicionan, pero hemos de elegir que usos son los más positivos para desarrollar esa ética mínima que necesitamos como sociedad para convivir en armonía. Por todo ello, en un contexto económico y social de incertidumbre, necesitamos confianza», añadió.