El president de la Generalitat, Ximo Puig, se sirvió ayer del Distrito Digital de Alicante para presentar las líneas estratégicas del modelo económico para la Comunitat Valenciana en la próxima década, con el propósito de multiplicar la productividad de la mano de la inteligencia artificial y de una nueva ley de Sociedad Digital con la que el Consell quiere regular el aprovechamiento de los datos. Junto a la ingeniera de Telecomunicaciones y directora de Ciencia de datos de Vodafone, Nuria Oliver, que asesora al Consell en esta materia, Puig sitúa como principales valores de esta iniciativa autonómica por el aprovechamiento del big data a todos los niveles, «la diversificación de la economía, la sostenibilidad del medio ambiente, centrarlo en las personas para no dejar a nadie marginado, y que sea inclusiva para beneficio de todos», explicó.

La mayor capacidad de las máquinas tanto para generar datos como para aprovecharlos de forma más ágil y personalizada resulta evidente, y lo que ha decidido el Consell con su presidente a la cabeza es regular la integración de la inteligencia artifical en nuestras vidas para abarcar todos los ámbit0s, como también subrayó la consellera de Innovación, Carolina Pascual, citando los sectores turístico, agrícola, industrial, sanitario, comercial, educativo y de las telecomuniaciones, entre otros. «Hay que integrar ya la inteligencia artificial porque favorece tanto la optimización de los servicios como la predicción de las necesidades y puede llegar a doblar la tasa del PIB», concretó Pascual.

Para llegar a este objetivo, Puig citó la formación como una de las necesidades más acuciantes y de las que se adolece en estos momentos. «No tenemos suficiente gente formada para cubrir los nuevos puestos de trabajo que se generarán y un 30% de los jóvenes están sin empleo. Por eso hemos situado el impulso de la FP como fundamental en esta legislatura», señaló.

Oliver añadió que forma parte del grupo de trabajo al que acude el ministerio para acreditar nuevos grados en intelegiencia artificial y que en el plazo de uno o dos años se crearán nuevas titulaciones. Al mismo tiempo corroboró la urgencia expresada recientemente por expertos de las universidades por evitar que el alumnado se quede descolgado de la formación computacional que en la 4ª revolución industrial «equivale a leer y escribir», aseveró.

En la misma línea, Puig confesó que el uso de la inteligencia artificial en la administración pública no llega al 20 %. «El conjunto del Consell tiene que cambiar de mentalidad. Es necesario un cambio cultural general de mentalidad», abundó, con el propósito de erradicar el miedo de la sociedad hacia la piedra angular de la 4ª revolución industrial como lo fue la electricidad para la 2ª revolución.

Ambos ponentes apostaron por situar a la Comunitat Valenciana entre los referentes europeos en inteligencia artificial, de ahí la solicitud cursada a la red europea Ellis, de la que forma parte la propia Nuria Oliver, para que Alicante acoja uno de los laboratorios de vanguardia que focalice la investigación en inteligencia artificial, lo que evitaría la fuga del talento con el que cuenta la Comunitat en la materia.

Espaldarazo

La experta en big data dio un firme espaldarazo a la estrategia expresada por el president, que incluyó un presupuesto a diez años de «más de 50 millones de euros» para llevar a cabo estas políticas. «Empezamos con la propuesta de esta estrategia, que se debatirá en el seno del Consell y de las Corts para que tenga el mayor consenso posible», concluyó Puig.

Oliver destacó la «valentía de Puig» por haber tomado la decisión de abordar la regulación y puesta en valor de la inteligencia artificial, y confesó que nunca hubiera creído que llegara el día en el que debatiera junto a un alto cargo sobre los pilares que deben sustentar la generalización del uso de datos entre la sociedad, no sin criticar severamente que el tema haya estado ausente del reciente debate político.