El presidente de la Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) -también conocida como «policía fiscal», José Luis Escrivá, afirmó ayer que España tiene poca tradición en evaluar el gasto público, una política que tiene un «enorme» margen de mejora en eficacia y gobernanza.

Escrivá, que pronunció una conferencia sobre la eficacia del gasto público en España con motivo del Día del Economista, celebrado en la Universitat de València, señaló que en España no se gasta mucho en políticas redistributivas en educación y sanidad, y se pueden realizar correcciones importantes.

Desde el Estado, la inversión en infraestructuras no es la que más aporta al crecimiento económico, frente a otras políticas como la apuesta por el capital humano y la formación, según el presidente de la AIReF, quien también se refirió a la política fiscal. En este sentido, el carácter procíclico de la política fiscal en el país ha supuesto una cierta inacción en momentos de crisis económica.

La AIReF, afirmó Escrivá, tiene en marcha proyectos para analizar las infraestructuras, especialmente las ferroviarias, el funcionamiento de los hospitales y sus mecanismos de compra, las bonificaciones a la contratación y su eficacia real, y la evaluación de los beneficios fiscales. El objetivo es que la cultura de la evaluación de resultados vaya invadiendo las Administraciones Públicas, aseveró.

En el acto también participó el conseller de Hacienda, Vicent Soler, quien coincidió en que hay enormes posibilidades de mejora en el gasto público y anunció que este año comenzará una profunda revisión de este capítulo, sobre todo en la sanidad. En la Comunitat, con un problema como la infrafinanciación, este rigor es más necesario, afirmó Soler.

El decano del Colegio de Economistas de Valencia, Juan José Enríquez, por su parte, aseguró que el gasto público es la clave de las Administraciones Públicas.