La Conselleria de Política Territorial, Obras Públicas y Movilidad ha previsto unos ingresos de 119 millones para la Autoridad de Transporte Metropolitano de València, la entidad creada en 2017 para impulsar la movilidad sostenible en los municipios del área metropolitana, pero que no acaba de arrancar.
El proyecto de presupuestos de 2020 de la Generalitat, que aún deben aprobar las Corts, desglosa este voluminoso presupuesto en cuatro grandes aportaciones por parte de la Conselleria de Movilidad que ingresará 64,2 millones a la Autoridad de Transporte Metropolitano quien, además, recibirá otros 16 ingresos por «ventas de abono transporte e integración tarifaria» y otros 1,3 millones por el concepto de transferencias de capital de la Generalitat.
Aunque el departamento que dirige Arcadi España vuelve a incluir los 38 millones de transferencias corrientes del Estado, previstos en otros ejercicios, pero que nunca han llegado a las arcas públicas valencianas por las distintas vicisitudes de la política estatal que sigue con los presupuestos de 2018, aprobados por el Gobierno de Mariano Rajoy, prorrogados. De ahí que la previsión de los ingresos por parte del Estado de 38 millones pueda considerarse «ficticia», a menos que se conforme un gobierno y se aprueben unas nuevas cuentas.
A los presupuestos ficción se une el hecho de que la Autoridad de Transporte Metropolitano sigue sin dirección desde el pasado mes de junio, ya que la entonces gerente (desde septiembre de 2017), María Pérez Herrero, fue nombrada secretaria autonómica de Obras Públicas, Transporte y Movilidad, pero no ha sido sustituida al frente del ente que debe coordinar el transporte de las áreas metropolitanas de la Comunitat Valenciana.
El trabajo que queda por delante es ingente. Sobre todo en la integración tarifaria en la que aún no está añadida Renfe (aunque se firmó un convenio en abril) y en la equiparación de la subvención para los billetes de metro y de autobuses interurbanos sobre todo para que los segundos sean más asequibles para los usuarios.
Sobre la integración tarifaria, el conseller Arcadi España se ha comprometido a que sea «una realidad en esta legislatura» y aboga por «un billete único con transbordos bonificados para todos los servicios de transporte público del área metropolitana», defendió en su última visita a Bruselas, en la que presentó al director general de Movilidad y Transporte de la Comisión Europea, Henrik Hololei, las iniciativas de transporte pública de la Generalitat.
La aspiración del actual conseller, como la del resto que le han precedido, es que los diferentes sistemas «deben integrarse en una sola tarjeta, gestionada bajo un solo ente, en este caso, la Autoridad de Transporte Metropolitano de València, y basándose en un sistema informático coordinado entre los diferentes operadores de los distinto modos de transporte público existentes y futuros, es decir, autobuses interurbanos, metro, tranvía, trenes regionales y redes de autobuses urbanos».
La Autoridad de Transporte Metropolitano es heredera de la Entitat de Transport Metropolità (eTM), creada en el año 2000, que después derivó en la Agencia Valenciana de Movilidad (aVM), fulminada en 2012 tras el expediente de regulación de empleo (ERE) que despidió a 31 de sus 39 empleados, aunque posteriormente fue anulado por el Supremo.
