Los más de 9.700 festejos de «bous al carrer» celebrados en 2017 en la Comunitat Valenciana generaron un impacto económico directo de 148,2 millones de euros. Más de 31,7 millones corresponderían a los gastos de organización de las diferentes modalidades taurinas, mientras que los otros 116 millones son la suma de los desembolsos que realizan los participantes y aficionados activos. Los impactos indirectos e inducidos en los diferentes sectores económicos ascenderían a 151,7 millones, por lo que los gastos totales estimados se elevarían a casi 300 millones. Estos datos indican que el «impacto económico de los 'bous al carrer' representa el 0,04% del PIB de la Comunitat y el 0,16% de su empleo total», pues en términos de puestos de trabajo el impacto es de 3.095 empleos.

Estas son las principales macrocifras del segundo estudio «Impacto económico de los 'bous al carrer' en la Comunitat Valenciana», presentado ayer tarde, en el Ateneo Mercantil de València, por el secretario autonómico de Seguridad y Emergencias, José María Ángel, y el decano de la Facultad de Económicas de la Universitat de València (UV), José Manuel Pastor.

Tras un primer documento sobre el análisis e implantación de las fiestas de «bous al carrer», presentado hace un año, este segundo estudio ha tenido como objetivo «cuantificar los impactos económicos» que la celebración de este tipo de festejos populares supone sobre la «producción (output), renta y empleo de la Comunitat Valenciana». Si ese primer informe cuantificó en 31,7 millones el gasto neto de la organización de los festejos taurinos por la compra o alquiler de reses, seguros, infraestructuras de seguridad o servicios médicos (ver gráfico), el estudio ampliado presentado ayer también estima el gasto realizado por otros agentes asociados a la celebración, como los participantes activos que acuden a los «bous al carrer» en 274 municipios valencianos. Para ello se realizaron 938 encuestas.

Esos participantes activos se gastan más de 116,4 millones, lo que representa el 78,5% de todo el coste. Los aficionados suelen gastarse una media de 19,8 euros en transporte para desplazarse a los municipios donde se celebran los festejos, principalmente en coche (96,5 %). El 58,2 % de los participantes suele pernoctar en destino y se gasta una media de casi 160 euros anuales en alojamiento en hoteles. La media en comidas y consumiciones es de 19 euros, además de otros 13 en otros conceptos.

Los resultados de las entrevistas, realizadas entre el 24 de junio y el 7 de julio de este año, reflejan que aproximadamente tres cuartas partes de los asistentes (75,1 %) tienen entre 16 y 44 años y asisten a una media de 37,3 festejos al año.

El informe solicitado por el Consell avala la implantación de los festejos a lo largo y ancho de València, Castelló y Alicante, además de concluir que «estos gastos alcanzan anualmente cifras significativas que generan un incremento adicional de la actividad económica de la Comunitat Valenciana creando así producción, renta y empleo en los sectores y empresas que proveen de estos bienes y servicios».