Entidades que trabajan con mayores y personas con diversidad funcional en proyectos que fomentan la autonomía personal desde hace años se habían quedado fuera del concierto social. Así, el cambio de modelo -de las subvenciones nominativas a entidades que siempre llegaban tarde, año tras año, a un concierto social de proyectos que asegura una financiación por dos años en un concurso de libre concurrencia- generó un problema en abril cuando asociaciones consolidadas que llevan años trabajando en proyectos y con una puntuación alta en el concurso, se habían quedado fuera debido a la falta de fondos. Y quedarse fuera significaba bajar la persiana y dejar de atender a los usuarios. Había, pues, que buscar una solución.

Entidades como la Confederación Española de Personas con Discapacidad Física y Orgánica (Cocemfe) y el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), entre otros, se reunieron con la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas para trasladarles el problema que se había generado, al quedarse fuera de la convocatoria por falta de fondos, lo que suponía un riesgo real para la continuidad de esos mismos proyectos. Pero a los problemas solución.

Así, y tras un acuerdo entre las entidades sin ánimo de lucro, la Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas y la de Hacienda, el Consell ha aprobado un decreto de concesión directa de subvenciones a entidades de iniciativa social para el desarrollo de programas y servicios de promoción de autonomía de personas con diversidad funcional. De esta manera, 77 entidades que se habían quedado fuera del concurso, se repartirán ahora 1.630.429 euros para poder sacar adelante sus proyectos. Eso sí, desde las entidades recalcan «que no es una subvención nominal, ya que el reparto de dinero se ha hecho en función de la puntuación obtenida en el concurso del concierto social. El problema era que, al haber pocos fondos, las empresas más grandes se llevaron las ayudas y muchas entidades nos habíamos quedado fuera. Esta ha sido la manera de resolverlo, y estamos agradecidos», explican desde Cocemfe y Cermi.

Cambio del sistema

Y es que la llegada de Mónica Oltra al Consell se centró en «desatascar» las ayudas a la dependencia, que se acumulaban en los cajones con miles de resoluciones pendientes y un sistema de evaluación con cuenta gotas. Esta legislatura las ayudas para fomentar la autonomía personal seguían pendientes. Las entidades tenían sus programas de trabajo preparados, pero las ayudas no llegaban.

Sin embargo, Oltra ha sido y es defensora de las ayudas que favorecen la autonomía de las personas mayores y de aquellas con diversidad funcional en aras de disfrutar de una vida independendiente, y ante un retraso considerable en el pago y la crítica de las entidades que trabajan con el colectivo, la vicepresidenta y consellera de Igualdad y Políticas Inclusivas ha decidido ampliar la partida en 1,6 millones y repartirlo entre las entidades que se habían quedado fuera, a pesar de contar con una puntuación alta en el concurso.

Y es que, Oltra cambió el modelo y suprimió las ayudas nominales por el concierto social. Ahora bien, el paso de un modelo a otro no ha sido fácil y ha conllevado importantes retrasos.