Parte del discurso de odio se ha centrado en ellos, aunque suponen el 0,02% de la población española. Según el registro de menores extranjeros no acompañados (menas) que realiza el Ministerio del Interior -de hecho se llaman menas por un término administrativo y jurídico, aunque son niños y niñas solos y sin familia-, a fecha de julio de 2019 (últimos datos registrados) el sistema contaba con 12.262 niños solos en una población que supera los 46 millones de habitantes.

La competencia de la tutela de estos niños y niñas pertenece a las diferentes comunidades autónomas -aunque la coordinación entre ellas depende del Ministerio de Sanidad-, por lo que varias entidades sociales han denunciado «la existencia de 17 modelos de protección diferentes». Esto implica «que en función de dónde esté destinado el menor pueda tener mejores o peores recursos». Todas las entidades que trabajan con la infancia destacan la «vulnerabilidad y desprotección» que tienen estos niños en nuestro país, sobre todo en los últimos años, ya que los centros de menores «no están preparados para acoger el número de niños solos que llegan cada año porque no les queda más remedio. Buscan una opción de vida».

Sin embrago, el Gobierno central está trabajando para elaborar un plan estatal que mejore la atención y protección de estos niños que vienen, viven y viajan en soledad. Así, desde el Ministerio de Sanidad afirman que el grupo de trabajo del Observatorio de la Infancia «ha estado trabajando en una propuesta que recoja los elementos que debe tener el nuevo modelo. Esta propuesta, cuando la apruebe el Pleno del Observatorio de la Infancia, se remitirá al próximo Gobierno, que será quien abordará la concreción de cada uno de esos elementos».

Entre las posibles concreciones está el debate de si se debe o no fijar una cuota de acogida para las autonomías o cómo se establece el reparto de los menores. Sin embargo, aún es solo una previsión y aunque el tiempo apremia el futuro plan estatal aún está muy lejos de ser una realidad, entre otras cosas, porque aún debe formarse un Ejecutivo.

El registro de mena del Ministerio del Interior sitúa a Andalucía como la autonomía con más niños extranjeros solos inscritos (5.078), seguida de Cataluña (2.254) y Melilla (1.145). La Comunitat Valenciana se sitúa en quinta posición, con 643 menas. Las autonomías que tienen menos niños extranjeros solos son la Rioja, con 5 inscritos, Extremadura, con 34, e Islas Baleares, con 49.

El intento de «poner en orden» el sistema de protección de niños solos no es de ahora. En septiembre de 2018, el Ministerio de Sanidad ya anunció la intención del Gobierno de «homogeneizar, agilizar y dotar de mayores garantías la entrada de los menores a los sistemas de protección de la infancia».

Ya entonces se anunciaba que se «revisarán los procedimientos de ingreso en los centros; la identificación con el objeto de establecer criterios coordinados en todas las comunidades autónomas; la mejora de los protocolos de actuación sanitaria o mejora de la comunicación con el registro de menores».

La tercera línea de actuación anunciada hace un año era «la equiparación del modelo de atención a los menores extranjeros no acompañados en todas las comunidades y ciudades autónomas. Un cambio de modelo que implica la puesta en marcha de recursos de calidad y evaluables».