Levante-EMV

Levante-EMV

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Malestar

Pérez Garijo se queja a las Corts por el trato de Vox al llamarla «conseller»

La consellera de Transparencia ve una intencionalidad ofensiva e invisibilizadora en la actitud de la formación

La consellera Pérez Garijo, en una comparecencia en las Corts. levante-emv

La negativa del grupo parlamentario de Vox en las Corts al uso inclusivo del lenguaje ha colmado la paciencia de la consellera de Participación y Transparencia. Rosa Pérez Garijo se ha visto obligada a presentar una queja formal a la Mesa de las Corts ante el empecinamiento de los diputados y diputadas de la ultraderecha a la hora de referirse a ella como «conseller» y no con el término en femenino, «consellera».

Según relata en su escrito a las Corts, Pérez lleva tiempo solicitando a Vox que en las diferentes interpelaciones, tanto orales como escritas, no se refieran a ella como «la conseller», una fórmula que, además de gramaticalmente incorrecta, tiene detrás una carga ideológica. Pérez, dirigente de Esquerra Unida y feminista convencida, considera que la utilización de la forma masculina es una «ofensa personal», máxime porque los diputados y diputadas de Vox insisten en negar la forma femenina del cargo pese a las reiteradas peticiones de la consellera.

La titular de Participación tiene claro que, detrás de este uso sexista del lenguaje existe una carga ideológica y así lo hace saber en su escrito. «Ni es casual ni objetivo, sino que tiene una clara intencionalidad». «Se trata de una representación de la estructura del pensamiento y resultado de una cultura social y política que invisibiliza el papel y la presencia de las mujeres en nuestra sociedad más allá de los roles tradicionales». Entiende la consellera que una institución como las Corts no puede tolerar conductas que atenten contra la dignidad del ser humano e incide en que el lenguaje androcéntrico «no implica neutralidad, sino que contribuye a crear ideas y valores». «Lo que no se nombra no existe y no otorgarle a una consellera el tratamiento adecuado contribuye a perpetuar la idea de que el hecho de una mujer ocupe este puesto es una anomalía». En este sentido, insiste en que no solo es necesario normalizar el acceso de las mujeres a puestos de responsabilidad, sino también rechazar socialmente a quienes piensan que las mujeres no deben o no pueden acceder a estos puestos.

En concreto, Pérez pide a la Mesa de las Corts que traslade formalmente al grupo parlamentario Vox su queja por el comportamiento de los diputados, al tiempo que les conmina, ya por escrito, a referirse a ella con corrección y respeto.

Una bandera para la ultraderecha

El uso sexista del lenguaje es habitual en este grupo parlamentario hasta el punto de que huir del lenguaje inclusivo se ha convertido casi en una bandera para la extrema derecha. Así, tal como en su día publicó este diario, las propias diputadas de Vox se refieren a sí mismas como «diputados», negando el género hasta desde el punto de vista gramatical. También hablan de sí mismas o lo hacen sus compañeros como síndicos adjuntos y no síndicas. Este rechazo al género femenino lleva a incongruencias como las que refiere Pérez, con la expresión «la conseller».

Vox se sitúa así en el extremo en el debate sobre el uso del lenguaje, ya que no sólo se niega a usar términos inclusivos, genéricos que incluyan a hombres y mujeres, sino que niega la gramática. Su posición contrasta precisamente con las recomendaciones que en el Botànic están en marcha para ampliar el uso del lenguaje inclusivo como una herramienta de avanzar en la igualdad de mujeres y hombres.

Compartir el artículo

stats