Tras casi un lustro de gestión al frente de la Conselleria de Educación, con el desgaste que supone una de las mayores áreas del Gobierno valenciano, Vicent Marzà tiene decidido desde hace tiempo hacer política con mayúsculas. Una vez cumplido, salvo sorpresa, el largo ciclo electoral, el también diputado por Castelló ha empezado a tomar posiciones en su organización con vistas al futuro.

Ayer dio un paso al frente y se posicionó públicamente como posible sucesor de Mónica Oltra en el caso de que la vicepresidenta y lideresa de Compromís decida no optar a la presidencia en 2023, tras dos intentos, y se decante por sustituir a Joan Ribó como candidata a la alcaldía de València.

«No tengo aspiraciones personales, pero si mis compañeros me lo piden, me lo pensaré; estaré donde sea si se decide colectivamente», fue la respuesta de Marzà a la pregunta de si se ve preparado para asumir el liderazgo de Compromís en 2023. Una toma de posición clara que no sorprende en absoluto en el Bloc, donde lo consideran su valor más seguro para un futuro en el que la formación ahora nacionalista pueda amplificar su peso dentro de Compromís.

El discurso de Marzà ayer en el Fórum Europa-Tribuna Mediterránea en el hotel Las Arenas, centrado en cuestiones sociales y alejado del discurso identitario, marca no solo su línea política. También la que apunta la actual dirección del Bloc para el proceso de refundación que ha abierto y en el que aspira a convertirse en una plataforma valencianista que aparque el apellido nacionalista y que pueda funcionar sin las limitaciones internas que tiene Compromís y que el propio Marzà y otros referentes, como Àgueda Micó o Fran Ferri, ya han apuntado que es necesario superar.

Fuerza transformadora de izquierda

En esa línea, Marzà tiene claro que la Comunitat Valenciana necesita una fuerza transformadora, de izquierdas, que ayude a mejorar la vida de la gente, para lo que pide que Compromís avance y sea un instrumento al servicio del pueblo valenciano desde la izquierda, el ecologismo y el valencianismo. Y sin salirse de ese discurso, Marzà también es partidario de que Compromís amplíe su radio de acción, pues considera que hay suficiente ciudadanía para que más gente milite y active esta formación, lo que a su juicio pasa por fortalecer las estructuras, hacer más debate ideológico y propositivo, saber avanzar conjuntamente y tomar las decisiones de forma ordenada y clara, algo que según los actuales dirigentes del Bloc, Compromís no da. Con todo, Marzà asegura que hará lo posible para alcanzar pactos de progreso.

Unas palabras que se produjeron en ausencia de las dos conselleras de Iniciativa, Mónica Oltra y Mireia Mollà, y que en esta formación se interpretan en clave interna del Bloc ya que aseguran que en ningún caso el liderazgo de Oltra está en cuestión. Apuntan que una cosa es el Bloc, donde detectan una indefinición respecto al ideario, y otra el liderazgo de Compromís, donde entienden que Marzà no tendría opciones si Oltra decide volver a presentarse, porque la vicepresidenta ha demostrado que es el factor diferencial.