No, el VIH, el virus que desencadena la enfermedad del sida no se contagia. En todo caso se transmite. Puede parecer una cuestión baladí el uso de las palabras pero no lo es. Las palabras pueden acarrear otros significados ocultos y, sin quererlo, agrandar la grieta del estigma con el que viven las personas con VIH e incluso impedir que las leyes cambien. Porque el lenguaje es importante y más cuando se habla del Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH).

Es el mensaje principal que ayer lanzaron, en vísperas de la celebración del Día Mundial de acción frente al VIH y sida, el Comité Antisida de Valencia y la Coordinadora de Asociaciones de VIH y sida en la Comunitat Valenciana, Calcsicova. Y lo hicieron directamente a quienes sirven de altavoz de estas cuestiones de salud pública y social: los medios de comunicación.

«Nos seguimos encontrando muchos errores en la información que se traslada sobre el VIH y el sida y esa forma de hablar, de comunicar puede estigmatizar más, hacer que las personas que viven con VIH sean más rechazadas o que no sean visibles», explicó Belinda Hernández, periodista y sexóloga y que lleva más de 25 años trabajando en el área del VIH. Porque sí, no es lo mismo decir que el VIH se contagia que el VIH se transmite.

Solo por fluidos

Si decimos lo primero, estaremos equiparando el VIH al virus de la gripe o al del sarampión, altamente contagiosos y que tienen la capacidad de sobrevivir fuera del cuerpo humano, ya sea en el ambiente o sobre las superficies (de ahí la importancia de lavarse las manos o cuidarse de estar cerca de un griposo cuando estornuda).

El VIH, sin embargo, no tiene esta capacidad. Sobrevive fuera del cuerpo humano «muy pocos minutos» por lo que para que una persona se infecte de otra hace falta que haya contacto directo entre dos cuerpos y transmisión de fluidos, ya sea sangre, leche materna o semen y secreciones vaginales, pero nunca por un estornudo, porque no se han descrito infecciones a causa de la saliva, las lágrimas o el sudor.

«Contagio y transmisión se utilizan en muchos casos como sinónimos pero es importante la diferenciación, porque del cambio en el uso del lenguaje podemos llegar al cambio de las leyes», recordó Hernández. Y es que el VIH está considerado todavía como una enfermedad infectocontagiosa. La lucha de entidades como el Comité Antisida de Valencia, Calcsicova o la nacional Cesida es que sea considerada como lo que es, un virus infectotransmisible. Este cambio allanaría el camino, sobre todo laboral, a muchas personas que tienen vetado, por ejemplo, trabajar conduciendo un taxi en ciertas comunidades autónomas o acceder a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado, precisamente por la descripción de cómo se transmite el virus.

La Policía Local, sin restricciones

Hoy en día la situación está cambiando y todo gracias al trabajo que están haciendo, precisamente estas entidades. Desde el año pasado, el ser una persona con VIH (el año pasado hubo 429 nuevos diagnóstico de VIH en la Comunitat Valenciana) ya no es obstáculo para acceder al cuerpo de la Policía Local tras dictar el Consell el decreto 180/2018 de coordinación de Policías Locales.

En su anexo y, al detallar los motivos de exclusión de acceso se habla de «enfermedades inmunológicas sistémicas, no asintomáticas que imposibiliten el desempeño del puesto de trabajo», es decir, tiene que haber síntomas y una persona con VIH y que siga un tratamiento farmacológico «actualmente no tiene síntomas, de hecho ni transmite la enfermedad aun en prácticas de riesgo como por ejemplo el sexo sin preservativo ya que su carga viral es indetectable y, por lo tanto, es también intransmisible».

El trabajo, ahora, es conseguir lo mismo en las oposiciones a las fuerzas armadas. «Esperamos que se cambie para 2020», aseguró ayer Ramón Espacio, presidente de la coordinadora estatal de VIH y sida, Cesida.