La Conselleria de Educación tiene previsto aplicar una especie de modelo dual en toda la Formación Profesional con el objetivo de elevar la empleabilidad de los alumnos hasta el 90%. Así lo avanzó en Alcoi el secretario autonómico, Miguel Soler, quien subrayó que lo que se pretende es dotar las horas de prácticas de mayor flexibilidad para adaptarlas a las necesidades de los ciclos y los sectores productivos. La única diferencia con la formación dual actual, que continuará existiendo, es que las empresas no tendrán que contratar a los estudiantes.

El IVAM CADA de Alcoi acogió, el pasado martes, una jornada a la que asistieron 130 docentes, en la cual se debatió sobre el futuro de la Formación Profesional. A la cita acudió el secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, quien resaltó la necesidad de incorporar cambios para conseguir una mejor formación de los estudiantes y adaptarse al mismo tiempo a las necesidades de las empresas.

En este sentido, uno de los objetivos con los que trabaja el departamento autonómico pasa por extender las prácticas como en el modelo dual a toda la Formación Profesional en lo que respecta al apartado didáctico. Según explicó a este diario, en la actualidad los ciclos de FP que no son duales están conformados por 2.000 horas, de las cuáles 1.600 son lectivas y las 400 restantes de prácticas no remuneradas en empresas.

«De lo que se trata -especifica- es de flexibilizar esas horas, al igual que se hace en la FP dual, de manera que podamos adecuarnos a las necesidades concretas de cada ciclo y también de los sectores productivos. Se podrían hacer, por tanto, más o menos horas de prácticas, y también más repartidas a lo largo de todo el curso, dado que en la actualidad se reservan para el final». Según Soler, este tipo de decisiones las tendría que tomar cada centro en función de la realidades a la que se enfrenten, por lo que pasarían a tener también una mayor autonomía.

De esta manera, añade el secretario autonómico, la única diferencia que habría con la FP dual es que las empresas no tendrían que contratar a los alumnos que realizan las prácticas. «Lo que queremos copiar, en definitiva, es el modelo de funcionamiento, que se está comprobando efectivo en la formación dual, toda vez que la empleabilidad es del 90% frente al 70% de la FP normal». El objetivo, por tanto, pasa por elevar el porcentaje de inserción laboral y que pueda rondar el citado 90% en todos los casos.

La FP dual actual continuará existiendo, partiendo de la base de que tiene una mayor duración, de tres años, y con un mínimo de horas de prácticas del 33%, que en la mayoría de los casos alcanza el 50%. Los alumnos continuarán recibiendo un salario por su actividad en las empresas, que se desea unificar alrededor de los 600 euros mensuales. «En la actualidad -destaca Soler- hay varios modelos, desde los contratos por parte de las empresas hasta las becas. Sea uno u otro, la intención es que todos los estudiantes perciban una cantidad similar».

La intención de la conselleria pasa también por agilizar la puesta en marcha de nuevos ciclos formativos, «toda vez que en la actualidad, desde que se detecta la necesidad hasta que se publica en el BOE, transcurren entre tres o cuatro años».