La Guardia Civil ha decidido sacar la batería pesada en el intento desesperado por localizar a Marta Calvo, de cuya desaparición se cumplen hoy 22 días. En este momento, se la busca por tierra y aire de manera frenética y hoy se incorporarán más medios. A lo largo de ayer, se incorporaron a los rastreos en áreas de monte de Manuel el helicóptero, así como agentes de rescate en montaña, perros adiestrados, buzos del GEAS y el Seprona.

Además, a las decenas de agentes de la Usecic y de la compañía de Sueca se unieron ayer guardias de la de Xàtiva, después de que se extendiera la búsqueda a l'Olleria (Vall d'Albaida), ya que el presunto responsable de su desaparición, Jorge P. F., no solo tenía allí un piso alquilado, sino que además los investigadores de Homicidios han confirmado que estuvo en ese domicilio después de la mañana del día 7, que es cuando desapareció Marta, por lo que se busca su paradero sobre todo entre esos dos puntos: las casas de Manuel y l'Olleria.

Como se recordará, la joven se citó con Jorge a través de una página de internet y, cuando llegaron a la casa de él, en Manuel, le envió a su madre la ubicación de dónde se encontraba, como hacía siempre que quedaba con un desconocido como medida de seguridad.

Ese wasap, enviado a las 5.55 horas del jueves, día 7, ya casi amaneciendo, fue su última conexión y desde entonces nadie ha vuelto a verla. Jorge llegó a negarle a la madre de Marta haber visto a la joven cuando la mujer acudió a la casa de Manuel en busca de noticias de su hija siguiendo la ubicación recibida.

Fue a partir de esa visita de la madre cuando Jorge se quitó de enmedio: limpió la casa, pasó por l'Olleria, llamó a un amigo y le pidió que se deshiciese del coche, se lo entregó en el Puig -allí, en un bajo, lo localizó Homicidios a finales de la semana pasada, a punto se der desguazado- y desapareció.