La segunda legislatura del gobierno de alianza de izquierdas ha empezado con dos grandes rasgos: la radicalización en el Parlamento (por la presencia de la extrema derecha y la subida del tono en la oposición de PP y Ciudadanos) y las tensiones en el seno del Consell. No son elementos encapsulados. El segundo factor alimenta al primero y, por ello, el mensaje ayer del líder del PSPV y presidente de la Generalitat en el seminario de altos cargos, diputados y dirigentes del partido fue una llamada a la unidad de acción del ejecutivo.

Dicho de otra manera, la reivindicación de «un único Gobierno» y de «la vigencia del Botànic» sonó a invitación a los suyos, y también a los socios de Compromís y Unides Podem, a recuperar la cohesión en el ejecutivo como forma de hacer frente al polarizado clima político.

Puig señaló que los socialistas tienen que «liderar» el nuevo tiempo «desde la unidad y la corresponsabilidad de todos» porque «somos un proyecto abierto, transversal y de progreso para los valencianos». Así, defendió «la vigencia del Botànic como consolidación del cambio en la Comunitat Valenciana y de un gobierno para todos».

En clave de teoría política, el líder del PSPV abogó por una alianza de clases para que nadie quede «al margen de la modernidad». La tesis es que el partido, que históricamente ha representado a las clases trabajadoras, ha de poner atención en las clases medias, para que nadie de estas quede descolgado del progreso. Este hecho, analizó, es el que propicia la irrupción de populismos y de la extrema derecha.

«Hemos de gobernar para todos. Esa es la diferencia, que la Generalitat gobierna para todos mientras que en Cataluña y Madrid se gobierna solo para una parte de la sociedad», dijo en la clausura del encuentro, que reunió a más de 150 notables del PSPV en l'Alfàs del Pi.

Según Puig, se ha producido «una radicalización de las derechas que están bajo la hegemonía ideológica de la extrema derecha», que, alertó, «va en contra de todo lo que ha hecho avanzar a este país».

«Los socialistas no vamos a mirar hacia otro lado, vamos a combatir a la ultraderecha desde las ideas y la convicción en la democracia, porque el PSOE es el verdadero freno a la extrema derecha», remarcó.

El PPCV ve a Puig «muy tocado»

La vicesecretaria general del PPCV, Elena Bastidas, señaló por su parte que la convención del PSPV en l'Alfàs del Pi «es un intento de cierre de filas en torno a la maltrecha figura» del presidente Puig, «muy tocado por las informaciones que vamos conociendo acerca de los contratos y subvenciones recibidas por las empresas de sus hermanos y sus amigos». «Hay un miedo interno porque las fracturas dentro del Botànic cada vez son más innegables», agregó.