Explorar todas las posibilidades que permite el reglamento para dividir el Grupo Mixto y que los partidos autonómicos con representación estatal tengan una voz propia en el Congreso. Quedan 24 horas para que arranque la primera sesión constitutiva de la cámara baja y Compromís lidera la negociación con el resto de partidos integrados en el grupo mixto para partirlo en dos y ganar visibilidad y representación durante la próxima legislatura.

La situación es absolutamente excepcional. Las elecciones del 10 de noviembre dieron como resultado el Congreso más multicolor de la historia, el más plural, y por primera vez el grupo mixto está integrado por 21 escaños de diez formaciones políticas distintas.

El más numeroso es Junts per Catalunya, con ocho representantes, y el resto de formaciones pretende evitar con esta fórmula que acaparen la atención y monopolicen las intervenciones o iniciativas parlamentarias durante la legislatura.

Según confirmaron a Levante-EMV fuentes de Compromís, Joan Baldoví, el único diputado que obtuvo la coalición valencianista tras el 10N, ha planteado al resto de formaciones una escisión en la que se integrarían todos los partidos que representan los territorios del Estado salvo las formaciones independentistas, aunque esta última cuestión todavía está por determinar.

La fórmula sería la siguiente. A la propuesta de Compromís se sumarían los dos diputados que obtuvo Íñigo Errejón por la circunscripción de Madrid, el Bloque Nacionalista Galego (BNG), el diputado por Cantabria del partido de Miguel Ángel Revilla, además de Teruel Existe y Coalición Canaria.

La suma no llega a los 15 escaños, la primera barrera que establece el reglamento del Congreso para tener un grupo propio. ¿Cómo se resolvería este escollo? Pidiendo escaños prestados a otras formaciones políticas. Y es en este punto donde En Comú Podem podría jugar un papel determinante.

Según estas fuentes, los valencianistas buscan el apoyo de la formación de Ada Colau, que en los últimos días habría mostrado su disposición a negociar para que las formaciones territoriales tengan una voz propia.

Tras la puesta en marcha del nuevo Congreso, será el momento de constituir los grupos en un plazo de cinco días. El reglamento establece que todos los partidos que tengan 15 o más escaños podrán constituir grupo, un requisito que cumplen PSOE, PP, Vox y Unidas Podemos y sus confluencias.

Pero hay otro camino para formar un grupo propio, superar los cinco diputados y el 5 % de los votos en todo el país o el 15 % en todas las circunscripciones en las que se concurre, una fórmula que le vale a Ciudadanos, a ERC, al PNV y a Bildu. Esta opción no parece la mejor, pues no le sirve a Íñigo Errejón, Compromís o BNG.

En cualquier caso, la negociación se extenderá durante toda la semana y todos los escenarios están abiertos. En la última diputación permanente, el PSOE se comprometió a estudiar todas las opciones. La decisión final del criterio que imponga la nueva Mesa del Congreso.