La ley de la Dependencia contempla una figura -la del asistente personal- que apenas ha tenido repercusión. En 2012, una mujer pidió por primera vez esta ayuda en la Comunitat Valenciana. Cuatro años después eran seis las personas que contaban con esta prestación. Ahora hay poco más de 22 personas. Se trata de una ayuda para que el usuario contrate a su asistente personal. El usuario elige al trabajador, le contrata, le paga y le asigna las tareas. En función de las horas de contratación la conselleria concede una cuantía u otra. Esa es la esencia de una ayuda que las entidades que trabajan con el colectivo de personas con discapacidad llevan años reclamando.

La Conselleria de Igualdad y Políticas Inclusivas que dirije Mónica Oltra reguló la figura del asistente personal el pasado mes de abril para fomentar la autonomía de personas con diversidad funcional de entre tres y 64 años. Unas 68.000 personas con diversidad funcional pueden beneficiarse de esta ayuda para dar un paso en firme hacia su autonomía personal.

La prestación está contemplada en la Ley de Dependencia y, sin embargo, es la gran desconocida. Por ello, ayer, Día Internacional de las Personas con Discapacidad, la vicepresidenta Mónica Oltra presentó el vídeo informativo «No hay límites», para dar a conocer la figura del asistente personal como un recurso al que pueden acceder las personas con diversidad funcional y en situación de dependencia. El objetivo es que cada vez «sean más las personas que se beneficien de esta prestación que, sin duda, contribuye a una mayor autonomía», explicó Oltra. Así, se ha pactado con las principales entidades del sector un «modelo único» de esta figura y por ello agradeció al Cermi, Vicoval y Codifiva su implicación en este proyecto.

El recurso de asistente personal lo pueden solicitar las personas con diversidad funcional que tengan reconocido un grado de dependencia y no superen los 64 años, o mayores de 65 que justifiquen un proyecto de vida independiente. Las personas beneficiarias tendrán libertad de contratación pero tendrán que contar con un informe social que determine la adecuación de este recurso.

Por otra parte, los requisitos para ser asistente personal establecen la mayoría de edad, estar empadronado en la Comunitat Valenciana, no ser cónyuge o persona con relación análoga a la conyugal ni tampoco persona acogedora ni pariente hasta el cuarto grado de la persona beneficiaria.

Respecto a la formación requerida para poder ser asistente personal, la vicepresidenta señaló que se ha querido apostar, con el consenso del sector, «por un modelo intermedio entre la profesionalidad y la vertiente inclusiva de este servicio». En este sentido, el asistente personal debe tener las siguientes titulaciones (Técnico de Atención a personas en situación de dependencia, Técnico superior en Integración Social, Certificado de profesionalidad de atención sociosanitaria a personas dependientes o Grado o diplomatura universitaria en Terapia Ocupacional) y acreditar un curso de formación específica de al menos 50 horas.