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Control

Presidencia toma el mando en la pelea interna por las competencias

Reclama los reglamentos a las conselleries para evitar reinos de taifas y nuevos conflictos

La consellera de Innovación, Carolina Pascual, en el centro junto a Bravo y Barceló en las Corts. m. a. montesinos

Medio año después de que el tripartito lograra cerrar el pacto del Botànic II y se acordara el diseño de la Generalitat, diez de las doce conselleries siguen sin contar con un reglamento que defina las funciones y la estructura de sus departamentos, un retraso que genera problemas en el día a día y que ha llevado a Presidencia a tomar el mando de un asunto que sigue generando conflitos internos. La presión de las nuevas conselleries (el departamento de Innovación y el de Vivienda) para poder contar con una mínima estructura, hizo que hace unas semanas el pleno del Consell aprobara los ROF de estas conselleries, pero el resto de departamentos siguen dando vueltas a un texto que es básico y punto de partida para gestionar programas presupuestarios y definir personal.

Arrancado el mes de diciembre, la mayoría de las conselleries tienen ya listo el borrador, pero el acuerdo político necesario sigue pendiente.

Presidencia ha pedido a todos los departamentos que le remitan el documento, un gesto con el que se busca acabar con el desbloqueo y reducir los conflictos competenciales que llevan meses tensando al Consell. Las fuentes consultadas indican que el tapón sigue estando en las competencias de la nueva conselleria de Innovación (que aprobó un ROF muy esquemático para evitar fricciones) que se disputa funciones y personal con los departamentos de Economía y Educación.

El Palau quiere 'coordinar' los textos y en cierta manera evitar reinos de taifas, de manera que el reparto de funciones sea claro. La negociación presupuestaria llevó esta pelea al extremo y puso al borde de la dimisión a la consellera Carlonia Pascual. En algunos ámbitos socialistas, se acusa a estas conselleries de Compromís de estar ralentizando el proceso. Cabe apuntar que ni el departamento de Rafa Climent ni el de Vicent Marzà tienen excesiva prisa ya que siguen funcionando con reglamentos antiguos (incluso con competencias que ya no son suyas) y con toda una estructura funcionarial que les permite trabajar con cierta normalidad. Con todo, el diseño completo del organigrama (subdirecciones generales y servicios) es clave para que los departamentos puedan gestionar programas o subvenciones y dotarse del personal necesario.

La mayoría de las subsecretarías viven con malestar esta situación que, admiten, está perjudicando el arranque administrativo de la legislatura. Con todo, Presidencia no tendrá la última palabra (formalmente la vicepresidencia de Oltra es a quien le correspondía esta coordinación) ya que los ROF sólo podrán pasar el filtro del Consell si hay acuerdo político previo. La semana pasada, el asunto fue abordado en la reunión de subsecretaría y secretarías autonómicas, pero hay departamentos que aún no han enviado sus textos a Presidencia. En el mejor de los escenarios, los reglamentos aún van para largo ya que, una vez, tengan el visto bueno tendrán que recibir el informe de Función Pública y Hacienda. Se da la circunstancia, además, de que en teoría los ROF deben ceñirse a las funciones y, posteriormente, una orden de desarrollo llegará al nivel de servicios.

Algunas conselleries, sin embargo, trabajan ya en órdenes con mucho nivel de detalles, otras, en cambio, son esquemáticas.

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