La era postcrisis ha dejado en la Comunitat un panorama en el que, con los datos en la mano, llaman la atención los problemas relacionados con el empleo como generador de exclusión social. Así, una de las problemáticas es la de «trabajadores pobres», un concepto que refleja el hecho de que el 15,7 % de los hogares sustentados por personas ocupadas se encuentran en exclusión, seis puntos más que en España. Trasladado al lenguaje común, son hogares que, pese a que sus miembros trabajan, no logran abandonar la situación de pobreza.

Esta es una de las realidades que se pueden extraer del II Informe Foessa sobre Exclusión Social en la Comunitat Valenciana, que presentó ayer en Cáritas València de la mano Guillermo Fernández Maíllo, sociólogo de la organización y de la fundación Foessa.

Con estas cifras, la valenciana se convierte en una de las pocas autonomías en las que la principal dimensión relacionada con la exclusión es el empleo. Tanto es así, que la ocupación se ha convertido en la dimensión que más explica la exclusión social en la Comunitat, y lo hace en un 27,3 % de los casos. Con todo, si se añade el hecho de que, de todas las familias valencianas en esta circunstancia, un 47,6 % están sustentadas por una persona ocupada en el mundo laboral, los datos reflejan una cierta correlación entre exclusión social y empleo, que llevan a afirmar que el riesgo es mayor en las situaciones de precariedad laboral, que a su vez constituye uno de los grandes problemas en la Comunitat Valenciana.

En esta línea, según Fernández Maíllo, los problemas de calidad del empleo serán explicativos de la exclusión sobre todo en una situación de recesión económica, ya que «cuando llega la crisis, hay menos empleo y cuando éstos desaparecen, son los precarios los primeros que lo hacen». Eso deja adivinar cómo afectaría una futura crisis económica a la precariedad: «Lo que la desaceleración generará es la desaparición de los trabajos precarios», explicó el sociólogo.

La salud, otra dimensión

Si el empleo es el factor que más explica la exclusión en nuestro territorio, los problemas relacionados con la salud conforman la segunda dimensión generadora de esta circunstancia.

En este sentido, el 5,1 % de la población valenciana presenta alguna limitación de su autonomía funcional, y dentro de ese dato, las limitaciones graves afectan al 2,1 % de la población, mientras que las no graves al 3 %. Las afecciones a esa autonomía personal están más presentes en las personas en situación de exclusión -10,2 %- que entre las personas en integración -3,8 %-, y el 25,6 % de esa población no recibe ningún tipo de ayuda económica, a pesar de que el 60,2 % de ellos sí que la requiere. Y esto deja ver la vulnerabilidad a la que se enfrentan las personas en esa circunstancia.

Concretamente, según el informe, el 18,1 % de los valencianos y las valencianas sufre la situación de exclusión social por factores que están relacionados con problemas de salud. Si se miran los datos con lupa, se sabe además que tres cuartas partes de la población en exclusión social severa en la Comunitat -472.000 personas- se encuentran afectadas por esta dimensión.

Además, un dato representativo de esta realidad y que da indicios de la magnitud de esta problemática es que más de uno de cade diez hogares valencianos no puede permitirse los suministros sanitarios que necesitan. Concretamente, el 13,1 % de la población valenciana ya ha dejado de comprar medicinas o de seguir tratamientos sanitarios y dietas debido a las circunstancias económicas adversas a las que se enfrentan estos hogares en la Comunitat.

La vivienda preocupa

En la mayoría de las comunidades autónomas la vivienda es la dimensión que más exclusión social genera, mientras que en nuestro territorio es el tercer factor explicativo de esta situación. Sin embargo, el acceso a una vivienda digna se ha convertido en un problema para el 17,7 % de la población, una cifra que es un reflejo de los valencianos y valencianas que sufren la exclusión por la inseguridad y la inadecuación de su hogar.

Todo ello tiene que ver con las necesidades básicas que las familias se pueden permitir. Así, el 16,5 % de los valencianos aseguran tener sus necesidades cubiertas, frente al 37,2 % en España. Concretamente, uno de cada cuatro valencianos ha tenido que reducir gastos en teléfono, televisión e internet, así como la luz, el agua y el gas -24.8 %-. Por otra parte, el 49,9 % de las personas en situación de exclusión viven en hogares inseguros o inadecuados.