El compromiso político y cívico de los valencianos es la base de una democracia que, según el informe de Foessa, «constata la pérdida de calidad» de la misma. Así, en la Comunitat Valenciana, solamente dos de cada diez personas muestran interés por la participación cívico-política.

Pero esta falta de participación no se refleja en un rechazo de los valencianos al Estado de Bienestar, que es apoyado por la mayoría de la población como mecanismos de protección social. Tanto es así que ocho de cada diez valencianos y valencianas estaría dispuesto a pagar más impuestos si esta circunstancia repercutiera en más prestaciones y servicios sociales.

El gasto social en la Comunitat, sin embargo, se caracteriza por ser menor a la media española, según explica el documento. En este sentido, el sistema valenciano de protección social «no está evitando que las situaciones de exclusión social se reduzcan» de forma adecuada.

Como solución, Foessa y Cáritas Comunitat Valenciana apuntan a la necesidad de que la sociedad «afronte un conjunto de diálogos que adecuen la convivencia ante el proceso de mutación social».