El baremo que previsiblemente regirá los procesos de consolidación de la plantilla de À Punt ha resucitado el eterno debate en torno al peso que ha de jugar la experiencia de los antiguos trabajadores de Canal 9 en las pruebas de acceso a la radiotelevisión pública. La Unió de Periodistes, que en 2017 impugnó por vía judicial las bolsas temporales para la cobertura provisional del medio millar de puestos, estudia emprender medidas si la baremación inicialmente pactada entre la dirección y los sindicatos, que consideran «injusta» y «desproporcionada», termina obteniendo luz verde dentro de las bases de las futuras oposiciones, que aún han de ser aprobadas por el consejo rector y pasar el filtro de la Conselleria de Hacienda.

En un principio, el acuerdo otorga 0,2 puntos por mes trabajado a los actuales empleados de À Punt y 0,15 puntos a los de la antigua RTVV, equiparados en experiencia con los profesionales procedentes de otros medios audiovisuales públicos, como TVE. Los que han trabajado en televisiones o radios locales obtendrán 0,12 puntos y los periodistas procedentes del ámbito privado, 0,10.

Para la Unió de Periodistes, esta horquilla «agrava la desigualdad», resta oportunidades a los profesionales que no han trabajado en RTVV» y establece una «diferencia de trato desmesurada». En las bolsas provisionales, a los extrabajadores se les puntuaba con 0,07 por mes trabajado, frente a los 0,04 puntos para los periodistas del sector privado. Con el nuevo baremo que se plantea ahora, la diferencia se ensancharía a favor de los ex de la radiotelevisión pública.

Un aspirante con 16 años de trayectoria en RTVV podría alcanzar los 30 puntos máximos de experiencia, mientras que un profesional del ámbito privado tendría que haber estado 25 años trabajando. El margen se ha reducido: en las bolsas, el máximo de experiencia se lograba con 22 años en RTVV y 30 en el sector privado.

La diferencia de la oposición

En À Punt no comparten las críticas de La Unió: subrayan que, a diferencia de las bolsas, donde únicamente computaban los méritos y la experiencia, en la oposición se equilibran las oportunidades porque los aspirantes han de pasar dos exámenes cuya puntuación total suma 50 puntos (el 60% de la valoración global) para llegar a la fase de concurso, en la que 30 puntos se corresponden con la experiencia laboral y otros 10 con la formación y otros méritos (el 40%). Las mismas fuentes defienden que el baremo está en la línea de otras TV autonómicas.

En julio, la Audiencia Nacional desestimó el recurso de La Unió y avaló los méritos exigidos en las bolsas de trabajo, que propiciaron que alrededor de un 80% de los puestos de À Punt estén ocupados por exempleados de RTVV. Tras la sentencia, la aspiración de los sindicatos siempre ha sido que en las oposiciones se apliquen los mismos criterios que en dichos procesos selectivos urgentes. Desde la Unió, en cambio, entienden que ya no se da la situación de excepcionalidad derivada de la apertura del nuevo ente público y piden cambios. Un primer borrador reducía la diferencia de puntuación entre los trabajadores de RTVV y À Punt y el resto de periodistas, pero la negociación se recondujo tras las quejas sindicales.