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La carga de pacientes por cada médico de familia se agrava en tres de cada cuatro áreas de salud

Los profesionales de Primaria de un tercio de zonas tienen más tarjetas adjudicadas de lo recomendado para ofrecer una buena atención

La carga de pacientes por cada médico de familia se agrava en tres de cada cuatro áreas de salud

Las protestas a las puertas de los centros de salud de la Comunitat Valenciana han cesado pero eso no significa que la situación de sobrecarga de pacientes y de falta de plantilla estructural en los ambulatorios valencianos se haya solucionado. Más bien al contrario, con los datos de 2018 en la mano se puede decir que la situación ha empeorado y, además, lo ha hecho de forma generalizada: en tres de cada cuatro departamentos de salud se ha incrementado el número medio de pacientes que cada profesional tiene asignados y se mantiene la sobrecarga en un tercio de las áreas de salud. La consecuencia directa: centros de salud saturados, pacientes obligados a esperar cada día más y profesionales quemados, además de plazas laborales poco atractivas y que cuesta cubrir.

Así se desprende del análisis de los datos de la Memoria de Gestión 2018 de la Conselleria de Sanidad en la que se da cuenta de la ratio de pacientes asignados por cada médico y por cada pediatra y de la comparativa con la situación de un año antes.

Empeoran las peores

Llueve así sobre mojado en la Atención Primaria. Según las cifras y salvo honrosas excepciones como la caída en la Ribera y una ligera mejoría, por ejemplo, en las áreas de València-Clínico, València-Arnau, Manises o Sagunt, las zonas que tenían peores números en 2017, presentan un año después una situación pésima. Son una de cada tres y superan de media el cupo de 1.500 tarjetas por facultativo, el recomendado por las sociedades científicas para poder ofrecer una buena atención médica.

Destaca en esta lista, por ejemplo, el área de Elx-Crevillent: si la media de pacientes por médico en 2017 era de 1.646, el año pasado subió hasta los 1.681. Torrevieja, otra de las áreas bajo concesión administrativa de las cuatro que quedan en la Comunitat Valenciana, entra en este balance de 2018 en el listado de los departamentos más saturados: de una media de 1.444 tarjetas por médico pasa a las 1.535 que se registraron el año pasado.

Solo se mantienen en cifras parecidas los centros de salud de áreas como Requena (con los cupos más bajos aunque con pacientes más envejecidos, con más dolencias y más dispersos geográficamente), o Xàtiva-Ontinyent. Mejora por contra la situación, además de forma importante, en áreas como la Ribera, recuperada para la gestión pública en abril de 2018 o en Manises, bajo gestión privada.

Cupos de 1.800 pacientes

La Conselleria de Sanidad quiso poner soluciones a este problema y a principios de este año prometió la creación de 307 nuevas plazas estructurales de médicos de Familia, pediatras y personal de enfermería para reforzar, precisamente, los ambulatorios que peor estuvieran. Para decidir dónde se crearían esas nuevas plazas, Sanidad puso la lupa sobre estos resultados generales por departamento de salud y ahí se pudo ver cómo áreas de salud que salían bien paradas en esta comparativa general con unas ratios medias que rozaban pero no llegaba a la frontera de los 1.500 pacientes por médico escondían situaciones de saturación extrema como los centros de salud de Bétera, con una media de 1.800 pacientes por médico o los 1.787 de Chiva.

Esa es la crítica que hacen a estos balances de datos desde los sindicatos y sociedades científicas: las medias «son muy sufridas» y los recursos no están repartidos de forma equilibrada lo que lleva a esconder «sorpresas» como las situaciones insostenibles de Bétera, o los ambulatorios de Rafelbunyol, en el área de València -Clínico con 1.796 tarjetas por médico. Además, desde sindicatos como CC OO critican que las medias podrían no ser fiel reflejo de la realidad al meter en el saco de profesionales entre los que repartir el total de tarjetas sanitarias a médicos con reducciones de jornada o incluso cargos directivos que, en realidad, no ven a pacientes.

La contratación de los profesionales para aliviar esta situación, pese a las promesas iniciales, se está demorando más de lo previsto entre otras cuestiones por la falta de competitividad de las plazas y la falta de profesionales, sobre todo de facultativos especialistas y, en ocasiones, por la devaluación del trabajo en Primaria. De hecho la tercera remesa de contrataciones, que supone la mitad de las plazas (166) aún debe completarse.

Demoras en aumento

La realidad de un mapa lleno de centros de salud saturados explica muchas de las situaciones que se dan a lo largo del año y que están enfureciendo tanto a profesionales de la Atención Primaria como a los usuarios que, en épocas como Navidad o verano, deben afrontar mayores demoras para poder obtener una cita con su médico de familia o hacerse un analítica en su centro de salud.

Las demoras de más de quince días e incluso de un mes ya se empezaban a registrar la semana pasada en los centros más saturados y, además, a 10 días de la Navidad y del cierre de los centros por la tarde por la falta de sustitutos por las vacaciones del personal.

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