Organizaciones integradas en la Alianza por una Alimentación Saludable han lamentado la retirada de la iniciativa para aplicar en la Comunitat Valenciana la llamada "tasa del azúcar", ya que se trata de "una de las medidas clave" para la lucha contra la obesidad infantil, avalada por la OMS y puesta en marcha con éxito en varios países y en otras comunidades como Cataluña.

El colectivo ha lamentado, a través de un comunicado, que la propuesta de Unides Podem y Compromís para instaurar la tasa se retirara durante la comisión de Economía, Presupuestos y Hacienda celebrada en Les Corts en la que se votaban las enmiendas a la Ley de Acompañamiento a los Presupuestos de la Generalitat de 2020.

Al respecto, la entidad sostiene que "la industria alimentaria, que ya consiguió retrasar varios años la implantación del impuesto en Cataluña, lejos de cejar en su empeño, mantiene su presión con la interposición de recursos ante los tribunales para tumbar una medida con beneficios para la salud y que cuenta con un amplio apoyo entre los científicos, los profesionales de la salud y la ciudadanía".

Justicia Alimentaria, SESPAS (Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria), CECU, MedicusMundi, Amigos de la Tierra y Ecologistas en Acción --integrantes de la Alianza por una Alimentación Saludable-- critican esta decisión, "que pasa por alto la existencia de un informe de la Conselleria de Sanidad del Gobierno Valenciano avalando el impuesto, en línea con las recomendaciones de la OMS, y reclaman que se reconsidere su instauración".

"Esta noticia llega además --prosiguen-- cuando varios equipos de investigación, con participación de miembros de SESPAS, están publicando los primeros estudios que muestran que el impuesto catalán es eficaz para reducir el consumo de bebidas azucaradas, y apuntan la necesidad de mantenerlo y potenciarlo, para que el incremento de precio se sitúe al menos en el 20% recomendado por la OMS, lo que redundaría en un impacto mayor de la medida".

Desde SESPAS, Miguel Ángel Royo Bordonada, señala que "de acuerdo con los resultados de uno de esos estudios, publicado en la revista científica 'BMC Public Health', el conocimiento de la existencia del impuesto por la población catalana ha jugado un papel muy relevante en el éxito del mismo, ya que después del aumento del precio, la principal razón para reducir el consumo de bebidas azucaradas, citada por un tercio de los encuestados, fue una mayor conciencia del efecto pernicioso de las bebidas azucaradas sobre la salud".

"Por tanto, el impuesto, además de su impacto directo por el aumento del precio, ejerce una labor simbólica y educativa. Con la marcha atrás de este impuesto se ha perdido una oportunidad de desincentivar el consumo de productos insanos mediante su encarecimiento, al tiempo que se educa a la población señalando, con la vía del impuesto, estos productos como perjudiciales para la salud", agrega.

Por su parte, Javier Guzmán, director de Justicia Alimentaria, ha declarado que "solo se explica la retirada de este impuesto, que ha funcionado en otros territorios, por una sumisión política a los intereses empresariales haciendo caso omiso del consenso científico, médico y social a favor de estos impuestos con beneficios para la salud, y esto es lamentable porque se trata de una batalla perdida para la defensa de la salud pública".

La Alianza asegura que en la Comunitat "uno de cada tres niños padece sobrepeso u obesidad, según el Instituto Nacional de Estadística y, desde 2012, el porcentaje de población valenciana de entre 2 y 17 años por encima de un peso saludable ha aumentado más de tres puntos".

Las organizaciones que conforman la Alianza por una Alimentación Saludable recuerdan que "llevan años reclamando un impuesto a las bebidas azucaradas, con campañas como la llevada a cabo en 2014 (25 Gramos), por el control de la venta y publicidad del azúcar".

"Desde entonces, muchas otras organizaciones del ámbito de la salud, como la Sociedad Española de Epidemiología y el Comité Español Interdisciplinario de Prevención Cardiovascular, se han sumado a este llamamiento".

Por ello, reclaman la aplicación del impuesto a las bebidas azucaradas en la Comunitat Valenciana y en el resto de España para "no dar ni un paso atrás en la lucha contra la obesidad".