La Confederación Española de Sociedades Musicales (CESM) ha dado a conocer las conclusiones del "Encuentro de mujeres del mundo de la música" en el que se abordó la presencia de la mujer en los ámbitos de la dirección y la gobernanza de estas asociaciones. El foro de debate, organizado por la CESM con la colaboración del Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música (INAEM) del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, se celebró recientemente en la asamblea general de la entidad en Yecla (Murcia).

En el análisis del "Encuentro de mujeres del mundo de la música" se constata que en las últimas décadas la participación de la mujer en las sociedades musicales ha subido de manera notable, situándose cerca del 40 % con respecto a músicos y directivos, pero sin conseguir “la anhelada paridad”. Sin embargo, este porcentaje en el ámbito de la dirección muestra un descenso brutal, ya que la estimación de directoras estaría en torno a un testimonial 1 %.

La CESM tiene entre sus principales objetivos hacer visible e impulsar el protagonismo en la música de la mujer, que empezó a incorporarse a las sociedades musicales a finales de los años 70, y seguirá con su labor de sensibilización al colectivo, la administración y a las instituciones. En próximos debates abordará también el problema de la escasa presencia de compositoras en el panorama musical así como buscar respuestas, y soluciones, a por qué no se programan y siguen silenciadas grandes autoras.

En pleno siglo XXI "todavía es noticia en los medios de comunicación que una mujer dirija una formación musical, por lo infrecuente y lo anecdótico". Y alertan sobre reducir su presencia a las celebraciones del Día Internacional de la Mujer, el 8 de marzo, "con frecuencia solo se ofrece a las mujeres la posibilidad de dirigir en estos conciertos conmemorativos, ignorándola el resto del año".

Por ello, desean "respeto, normalidad e igualdad" en los criterios de selección porque cuando son contratadas "su valía sale a la luz". Las mujeres tienen el obstáculo de la falta de referentes y visibilidad pero "se preparan a fondo, completan currículos envidiables, tocan puerta tras puerta, sortean opiniones negativas y pruebas”, y aún así sacan fuerzas “para desarrollar su vocación".

En la mesa redonda moderada por Rita Mínguez, vocal de la junta directiva de la CESM y de la Federación Regional de Sociedades Musicales de la Comunidad de Madrid, estuvieron cuatro directoras de Andalucía, Castilla-La Mancha, Extremadura y Comunitat Valenciana, que expusieron sus experiencias y trayectoria artística al frente de diversas formaciones de España.

Mercedes Femenía, directora del Conservatorio Municipal de Música y de la Escuela Municipal de Música de Pedreguer (Alicante), considera que es la ilusión la que le ha llevado a la música en muy distintas facetas: docencia, cargos directivos, edición de métodos para flauta o trombón y la dirección de diversas agrupaciones desde hace más de 20 años. Ser mujer la ha obligado a un mejor desempeño en las tareas y a tener una mayor formación pero estima que "lo que cuesta conseguir, es más valorado”. Femenía es positiva, "ahora vemos que las cosas están empezando a cambiar".

Silvia Olivero, directora y compositora malagueña, es también docente, imparte conferencias, cursos y masterclass. Su compromiso es enseñar a pensar y abrir la mente de los educandos, no solo rellenarla. Trata de que sus alumnas rompan con los complejos, "creerse los estereotipos no deja crecer"; y no quiere ser directora de un solo día aunque ello proporciona visibilidad a la mujer. Ha dirigido diversas formaciones y en su trabajo se siente persona pero los obstáculos no dejan de recordarle que es mujer.

Raquel Sánchez-Pardo, directora de la Banda de Música de Brihuega en Guadalajara, habla de la fuerza que hace que la mujer expuesta a situaciones adversas se mantenga en su objetivo, lo tenga presente y luche para conseguirlo. Se enorgullece de que después de 13 años al frente de su banda, ésta se haya convertido en uno de los ejes sobre los que gira la actividad cultural de Brihuega. Su incorporación como directora fue difícil y aquellos que inicialmente no la veían al frente del proyecto son ahora sus principales valedores.

Pilar Vizcaíno, directora de la Joven Orquesta de la Ciudad de Mérida, entre otras formaciones, musicoterapeuta y maestra, ha hecho una apuesta por Extremadura, su tierra, y ante las escasas posibilidades de desarrollar su trabajo se lanzó a la aventura empresarial y a la docencia en la que sus objetivos son utilizar la música como herramienta para fomentar el aprendizaje, la integración y educar en valores. Vizcaíno asegura que "hay que convertir el desierto en un oasis, que florezca la cultura musical".

Paridad e inclusión

Las músicas y directivas llegaron a similares conclusiones en lo que concierne al gobierno de sus asociaciones, consideran que "no se trata de una guerra abierta entre sexos", y sí de trabajar para "conseguir la paridad"; comprueban que en las escuelas de música hay un incremento en el número de matrículas de niñas y consideran que "la mujer alcanzará la inclusión total cuando la sociedad alcance madurez en este tema". Asimismo, instan a todas las federaciones, lideradas por hombres o mujeres, a trabajar y obtener resultados óptimos con compromiso e ilusión, coordinación y perseverancia, y cooperación entre sociedades musicales y organismos oficiales.

El "Encuentro de mujeres del mundo de la música", organizado por la CESM con la colaboración del INAEM, contó con la presencia de Ginesa Zamora, presidenta de la Federación de Bandas de Música de la Región de Murcia; Lourdes Gavilà, secretaria general de la Federación de Sociedades Musicales de la Comunitat Valenciana (FSMCV); Ana Isabel Poleo, secretaria de la Federación Tinerfeña de Bandas de Música; estuvo moderado por Soraya Sanchis, vocal de la junta directiva de la CESM y presidenta de la Unió Musical de Muro (Alicante); y Patricia Soriano Vidal, concejal de Política Social, Igualdad y Mujer del Ayuntamiento de Yecla asistió al acto de apertura.

Nueva Ley del INAEM

Vicente Cerdá y Luís Vidal, presidente y secretario de la CESM, respectivamente, asistieron al pleno del Consejo Estatal de las Artes Escénicas y de la Música, el más alto órgano colegiado de asesoramiento y participación del INAEM, en el que José Guirao, ministro de Cultura y Deporte en funciones, anunció que "se está ultimando el borrador para la futura Ley del INAEM".

El Instituto Nacional de las Artes Escénicas y de la Música plantea la necesidad de hacer una revisión en profundidad del modelo de ayudas vigente, basado en las subvenciones nominativas y las de concurrencia pública, y pondrá en marcha en 2020 una mesa específica de trabajo para realizar un proceso de revisión integral de las ayudas que convoca y otorga con carácter anual.

Cerdá asegura que "esperamos que esta nueva Ley del INAEM sea sensible con nuestro colectivo y sirva para impulsar el proyecto social, educativo y cultural que desarrollan 1.100 sociedades musicales, con 80.000 músicos, 120.000 alumnos de escuelas de música y 1.000.000 de socios; agrupadas en las diversas federaciones autonómicas". El presidente subraya que "en la actualidad, la financiación que recibe la CESM (9.000 euros) es absolutamente insuficiente y lucharemos por subvertir esta injusta situación".

Bicentenario de la Primitiva de Llíria

Cerdá también participó, el pasado sábado, en el Ciclo de Conferencias del Bicentenario de la Banda Primitiva de Llíria (1819-2019) en el que abordó los objetivos que persigue la CESM, haciendo especial hincapié en la necesidad de cambiar el marco normativo con propuestas como la reducción del tipo de gravamen del impuesto sobre sociedades aplicable a las asociaciones para que no sea superior al que se aplica a las cooperativas (entre el 10% y el 20%); la puesta en marcha de una Ley de Mecenazgo; y la rebaja del 21% al 10% del IVA para los instrumentos y las representaciones musicales, entre otros asuntos.

En este ciclo también participaron José Alamá, compositor y miembro del consejo asesor para la candidatura Llíria Ciudad Creativa de la Música de la UNESCO, Mª Dolores Tomás, directora del Conservatorio Superior Joaquín Rodrigo de València, y Salvador Oliver, inspector de Educación.