El plan Edificant de la Conselleria de Educación ha llegado a casi la mitad de los municipios de la Comunitat Valenciana. En concreto, la conselleria ya ha firmado la delegación de competencias con 253 de los 542 consistorios valencianos. Esto se traduce en que los ayuntamientos han acordado con Educación llevar a cabo un total de 529 actuaciones de reforma, ampliación o nueva construcción de centros educativos.
Con esta delegación de competencias, la Conselleria de Educación deberá destinar cerca de 724,7 millones de euros hasta 2024, según los datos actualizados a finales del pasado mes de noviembre.
De estas 529 actuaciones, 245 se realizarán en 85 municipios de Alicante, por un importe de más de 291,8 millones de euros; 60 en 36 localidades de Castelló, que requerirán una inversión que supera los 99,8 millones; y, por último, 248 obras en 108 pueblos y ciudades de las comarcas de València, que costarán casi 333 millones de euros. En total, una inversión ya comprometida de 724.683.091,67 millones.
Edificant arrancó en 2018 con un planteamiento novedoso: que los gobiernos locales se «aliaran» con la Generalitat para agilizar las reformas y otras actuaciones en el parque público de instalaciones educativas. Así, la conselleria propuso una especie de «descentralización»: que sean los consistorios quienes liciten y adjudiquen la redacción de los proyectos y la dirección y la ejecución de las obras para, de esta forma, multiplicar el alcance de las actuaciones en un periodo de tiempo menor.
En los presupuestos de 2020, la conselleria ha previsto que los ayuntamientos con las competencias delegadas licitarán y ejecutarán obras por un valor aproximado de 317 millones de euros. En total, de 2018 a 2024, calculan transferir hasta 1.000 millones de euros, 300 más que lo que se había contemplado inicialmente, pues el plan era hasta 2022 y se ha ampliado dos años más, hasta 2024.
Edificant crece cada día. Su primer año lo cerró con 632 peticiones de actuaciones y una inversión de 461 millones para proceder en 391 centros docentes de 164 municipios. Ahora, el objetivo de la conselleria es, según apuntan las fuentes consultadas, que se mejore la situación del 50 % de los 1.420 colegios e institutos públicos. Con los datos de final de noviembre, Edificant ya llega al 37% de ellos, cuando faltan más de cuatro años de su finalización.
Nueva dirección general
Desde la Conselleria de Educación consideran que los ayuntamientos «se están implicando de forma muy positiva» y explican que el departamento también «hace seguimiento de cada actuación en cada municipio», además de «acompañar muchísimo a los consistorios en las dudas que vayan saliendo».
De hecho, una de las novedades del Botànic II en cuanto a materia de Educación es que la conselleria creó la Dirección General de Infraestructuras escolares, al mando de la cual está Víctor García. Esta dirección se ideó «conscientemente» con el objetivo de, entre otras cosas, gestionar Edificant. Así, según detallan fuentes de la conselleria, García «mantiene reuniones con alcaldes y concejalías de las poblaciones adheridas cada día y también realiza muchas visitas para conocer de primera mano la evolución del programa y las tramitaciones». Algunas de las últimas fueron en Benicull, Segorbe, la Vall d'Uixó, Vinarós o la Xara.
Cabe tener en cuenta que el plan funciona por certificaciones de obras. Cuando la obra ya está delegada, se programan las transferencias anuales a los ayuntamientos, en función de las fases del proyecto que se ejecuten durante el año en curso. Así, conforme las empresas adjudicatarias van realizando el proyecto y se certifica un avance en las fases de la obra, Educación va pagando directamente a la contratista.
Sobre posibles retrasos en las obras -como en alguna ocasión han denunciado desde el Partido Popular y Ciudadanos- la conselleria explica que hay un «acompañamiento continuo» para que todos los trámites que deben hacer los ayuntamientos «evolucionen como toca». Son procesos administrativos que, en algunos casos, tienen unos plazos establecidos o que a veces se han modificado -por ejemplo, por cambios en los proyectos de las obras-, lo que puede dilatar los tiempos que en un inicio calcularon los ayuntamientos.
Si algunos euros de los 317 millones que el Consell prevé invertir en Edificant en 2020 no se ejecuta porque no han empezado los trabajos en algún centro, la cantidad «no se recorta ni se pierde, simplemente se reprograma para el año siguiente», apuntan fuentes de Educación. En caso de sobrecostes, son los gobiernos locales los que deberán asumirlos.
