La directora general de Educación Inclusiva de la Consellería de Educación, Cultura y Deporte, Raquel Andrés, ha participado esta semana en la decimosexta edición del Encuentro de Alumnado Mediador que se ha celebrado en el IES Benlliure de València con el lema "Conocer los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas para transformar el mundo".

La jornada ha reunido a más de 460 alumnos y docentes de la ESO de 58 institutos de las comarcas de Alicante y de las de Valencia. De las comarcas de Alicante han participado seis centros de Alcoi, l'Alfàs del Pi y Dénia, mientras que los otros 52 son de 34 municipios de las comarcas de Valencia. Estos son de Albalat de la Ribera, Alboraya, Aldaia, Algemesí, Alaquàs, Bellreguard, Benaguasil, Benifaió, Bétera, Burjassot, Carlet, Catadau, Cheste, Chiva, Godella, Manises, Moncada, Montserrat, Mislata, Museros, Oliva, l'Olleria, Paterna, la Pobla de Farnals, la Pobla Llarga, el Puig, San Antonio de Benagéber, Requena, Silla, Tavernes Blanques, València, Vilarmarxant, Xeraco y Xirivella.

En el próximo mes de marzo el IES Miralcamp de Vila-real acogerá el XI Encuentro del Alumnado Mediador de las comarcas de Castellón.

En el sistema educativo valenciano 935 centros docentes sostenidos con fondos públicos cuentan con este curso de equipos de mediación escolar. Esto supone que alrededor de 23.400 alumnos de Primaria y Secundaria están implicados directamente como mediadores en la resolución pacífica de conflictos.

En las comarcas de Alicante son 340 los centros educativos con equipos de mediación integrados por unos 8.500 alumnos, mientras que en las de Castellón son 127 centros, que globalmente movilizan a unos 3.200 estudiantes mediadores. En las comarcas de Valencia este curso hay equipos de mediación en 468 centros docentes que suman unos 11.700 mediadores.

"La mediación es un sistema alternativo de resolución de conflictos. Es un intento de trabajar con el otro y no contra el otro, en busca de una vía pacífica y equitativa para afrontar los conflictos, en un entorno de crecimiento, de aceptación, de aprendizaje y de respeto mutuo", explica la directora general de Inclusión Educativa, Raquel Andrés.

El Govern del Botànic creó hace cuatro cursos la figura del coordinador de igualdad y convivencia. Desde el curso 2016-2017 todos los centros docentes sostenidos con fondos públicos tienen un coordinador o coordinadora de igualdad y convivencia que es un profesor o profesora de cada centro educativo.

La directora general remarca que el alumnado mediador "está realizando un trabajo fantástico, sobre todo porque si detectan algun caso en el que hay que hacer una resolución de conflictos lo trasladan a la comisión de mediación y desde el respeto, la tolerancia y la empatía realizan un trabajo de resolución de conflictos fantástico entre iguales", y ha añadido: "Es alentador pensar que hay tantos centros educativos implicados, lo que hace que finalmente sea posible transformar los centros en espacios de convivencia para todo el mundo", concluye.

Encuentros de alumnado mediador

El organizador de estos encuentros de alumnado mediador es el profesor José Ignacio Magdalena, coordinador del equipo de mediación de la IES Ausiàs March de Manises y explica que estas jornadas "además de para reflexionar sobre problemas de actualidad o la convivencia, son también para disfrutar y tienen que ser un premio para el alumnado que está trabajando todo el año para mejorar el clima en las aulas, no solo a través de la mediación sino también realizando muchas actividades como por ejemplo este año, que se ha implicado con la difusión de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de Naciones Unidas".

En los encuentros de alumnado mediador también juega un papel protagonista el director del posgrado de Mediación en Contextos Educativos de la Universitat de València y coordinador de igualdad y convivencia del IES San Vicente Ferrer de València, Carlos Caurín: "La formación del profesorado en esta cuestión más que importante es imprescindible: el docente tiene que tener una vocación de resolución de conflictos y de cultura de paz para poder transmitir valores".

Por todo ello, Caurín, cree que un profesor "nunca será completo si no tiene una formación en mediación, porque es importante para llevar una clase resolver los conflictos entre los compañeros, entre los padres, madres, así como en toda la comunidad educativa y, por ello, tenemos que aprender a hacerlo".

¿Qué es la mediación?

La mediación escolar consiste en un proceso voluntario, flexible y participativo de resolución pacífica de conflictos, en el cual dos partes enfrentadas recurren voluntariamente a una tercera persona imparcial, el mediador, para llegar a un acuerdo satisfactorio. Este método promueve la investigación de soluciones que satisfagan las necesidades de las partes.

"El objetivo de la mediación no es el acuerdo sino facilitar que se establezca una nueva relación entre las partes en conflicto, aumentar el respeto y la confianza entre estas, corregir percepciones e informaciones falsas que se puedan tener respecto al conflicto y/o entre los implicados en este, crear un marco que facilite la comunicación entre las partes y la transformación del conflicto", detalla la directora general de Inclusión Educativa, Raquel Andrés.

De esta forma, se pueden convertir las situaciones conflictivas que se viven diariamente en oportunidades de aprendizaje. A partir de la mediación escolar se puede facilitar a maestros y profesores unos contenidos que sirvan para trabajar el apartado de actitudes, valores y normas.

Cabe destacar que la mediación no se aplica a casos de acoso escolar, que se abordan por otras vías como por ejemplo el Plan de prevención de la violencia y promoción de la convivencia (PREVI) o mediante los reglamentos de régimen interior de cada centro. Sin embargo, la mediación escolar es un instrumento clave para la mejora de la convivencia a las aulas y, por lo tanto, muy válido para prevenir casos de acoso escolar.

Así, se ha demostrado que los programas de mediación escolar mejoran el clima de convivencia en los centros por el hecho que crean ambientes más relajados y productivos, aumentan la capacidad de resolución de conflictos de forma no violenta, y disminuyen el número de conflictos y conductas violentas, vandálicas y disruptivas.

Además, también contribuyen a desarrollar actitudes de interés y respeto por el otro, favorecen el diálogo y mejoran las habilidades comunicativas, sobre todo la escucha activa. Igualmente, mejoran las relaciones interpersonales, aumentan el desarrollo de actitudes cooperativas en el tratamiento de los conflictos, y ayudan a reconocer y valorar los sentimientos, los intereses, las necesidades y los valores propios y los de los demás.