El tópico de que las clases adineradas son de derechas y las bajas de izquierdas se cumple solo a veces. Ahora bien, la foto fija de la declaración de bienes y rentas de los diputados y diputadas valencianas en Madrid está cerca de cumplirlo, sobre todo si el foco se pone en los nuevos escaños ocupados por Vox.
La ultraderecha logró situar el pasado el 10N siete parlamentarios en el Congreso, cuatro más que seis meses atrás. Savia nueva que ha contribuido a elevar el patrimonio que acumula el grupo de 32 representantes valencianos.
De hecho, tres diputados de Vox, dos de Alicante y uno de Castelló son los que pueden presumir de una situación económica más desahogada, probablemente por encima de la que disfrutan los dos ministros con escaño vía PSPV por la C. Valenciana: José Luis Ábalos y Pedro Duque. Ningún diputado especifica en la declaración el valor de sus propiedades, por lo que la comparación solo puede hacerse a peso.
Así, según su declaración, el diputado de Vox José María Sánchez García ganó el año pasado 172.446 euros procedentes de su puesto de letrado del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, de los trienios por ser catedrático universitario y de los beneficios de la explotación hotelera. Junto a estas rentas, el diputado posee cuatro pisos, tres estudios (uno de ellos en Alicante), dos locales comerciales, tres plazas de garaje y una finca rústica en Huelva. Por otro lado, cuenta con 440.223 euros en cuentas corrientes y 275.350 euros en participaciones de una sociedad de estudios jurídicos. Reconoce además cuatro vehículos, incluido un Lincoln Mark VIII. Además, no declara deudas con los bancos.
Por su parte, el también alicantino Eduardo Ruiz aterriza en el Congreso con un sueldo de 48.000 euros y con 10.450 euros que percibe anualmente por el alquiler de inmuebles. Su poderío patrimonial proviene de la propiedad de tres pisos y tres plazas de garaje. En cuentas corrientes, el jurista dispone de 115.800 euros, 35.000 en acciones y 218.000 en fondos de inversión. En el debe, un prestamo hipotecario por 10.000 euros.
Por su parte, el diputado por Castelló, Alberto Asarta, declara cuatro pisos y tres plazas de aparcamiento y dos coches, uno de ellos un Mercedes. En cuentas corrientes acumula 193.000 euros, carece de hipotecas y además recibe al año 5.400 euros por alquiler de un local.
El patrimonio del resto de diputados y diputadas de Vox es más discreto, pero no humilde. Destaca Cristina Esteban que ocupa escaño y deja atrás un sueldo de más de 99.000 euros como empleada de banca. El cabeza de lista por València y miembro de la Mesa, el ex del PP, Ignacio Gil Lázaro, declara la casa de su esposa en València con dos plazas de garaje ( está casado en gananciales) y un ahorro de 264.000 euros en cuentas bancarias. El patrimonio más modesto de este partido es el de Julio Utrilla con casa en Madrid y 69.000 euros en depósitos bancarios.
El socialista José Luis Ábalos, con toda una vida dedicada a la política, declara tres viviendas (una unifamiliar y otra minivivienda de 37 metros cuadrados) y dos locales comerciales. Dispone de un vehículo y solo 6.000 euros en depósitos bancarios, pero debe más de 120.000 euros en préstamos hipotecarios.
Más desahogado vive el ministro en funciones de Ciencia y Tecnología, el astronauta Pedro Duque. Es propietario de tres viviendas (dos en Alicante y una en Madrid), pero no tiene ni una deuda. Su participación en diferentes empresas gestoras de inmuebles le reportan 390.000 euros. Además, tiene invertidos 40.000 euros en una cartera de fondos y acumula 31.000 euros en cuentas bancarias. Es el único que declara una embarcación. En las filas socialistas hay otros patrimonios sólidos, como el de Josefa Andrés (tres viviendas y una finca rústica y 242.000 euros en fondos de inversión) o Vicent Sarrià, con tres viviendas, una de ellas con regadío.
Los populares, por su parte, declaran coches con marca reconocida (Betoret tiene un BMW de 2005 y Belén Hoyo un Infiniti), mientras que la diputada de Ciudadanos, Marta Martín, cuenta con dos viviendas, 144.000 en cuentas corrientes y un Volvo Momentum.
