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El Consell espera el pacto con ERC aunque cree que no asegura el presupuesto

Confía en que un acuerdo rápido rebaje la presión de la derecha sobre Puig y ponga las bases para una nueva nueva concepción territorial

Puig y Sánchez en un acto de la última precampaña en València. g. caballero

El Congreso de los Diputados ha habilitado los días 28, 29 y 30 en previsión de una posible investidura de Pedro Sánchez; Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) afirma que solo faltan flecos para un acuerdo con el PSOE después de haber aparcado la unilateralidad, y todo apunta a que la Abogacía del Estado dictaminará que el preso Oriol Junqueras pueda recoger su acta de europarlamentario (no está tan claro que lo pueda hacer en Bruselas). Todas las líneas parecen converger hacia un pacto en breve que facilite la investidura del actual presidente en funciones con el apoyo de Unides Podem, otras fuerzas minoritarias (Compromís, entre ellas) y la aquiescencia de ERC.

Para el Gobierno valenciano, cuanto antes llegue la fumata blanca, mejor. Y ello, a pesar de que en el Consell dan por hecho que la posición de los republicanos catalanes será válida para la investidura, pero previsiblemente ya no para cuando dentro de unos meses haya que votar los Presupuestos del Estado de 2020. Esa, pronostican fuentes del Ejecutivo valenciano, será otra negociación y en ella podrían incorporarse actores diferentes. En todo caso, el papel de ERC volverá a ser protagonista, como lo fue en los presupuestos de este año.

Las cuentas de 2020 son fundamentales para la Generalitat, que ve cómo sus números son difíciles de sostener de cara a la galería sin el sostén de un presupuesto cómplice del Estado, como el que diseñó el Gobierno de Sánchez para 2019 y fue rechazado por el Congreso. Ayer mismo se hizo público que la C. Valenciana lidera el déficit, y por mucho, entre las autonomías.

Existe confianza en un final feliz de la negociación de la investidura, pero existen también recelos entre miembros del Consell a la actitud en el último minuto de ERC: «Un resbalón en la recta final podría ser fatal». Por ello, la medicina recetada entre los dirigentes socialistas es prudencia.

El Gobierno valenciano de izquierdas necesita un Ejecutivo estable en Madrid no solo por cuestiones económicas. El PSPV del president Ximo Puig también cree que un acuerdo rápido puede relajar la tensión de la derecha sobre el jefe del Consell.

Dirigentes socialistas valencianos vinculan las últimas iniciativas políticas de los partidos conservadores contra Puig (y algunas de las informaciones de prensa madrileña de esta orientación) con el respaldo de este a la negociación con ERC y su alineamiento con los planteamientos del líder del PSC, Miquel Iceta, frente a los barones críticos, Emiliano García-Page y Javier Lambán.

En este sentido, entienden que esta fase puede finalizar en el momento que se ejecute el acuerdo entre el PSOE y los republicanos catalanes. El foco se movería. Esa es la esperanza en la cúpula de mando del PSPV.

Más allá de que un Gobierno estable es paso necesario para poder alcanzar unos presupuestos que respeten el 10 % de inversiones para la C. Valenciana (como figura en el Estatut d'Autonomia actualmente) y para poder obtener mejoras transitorias en el sistema de financiación y en el pago de la deuda, el Gobierno del Botànic considera que el acercamiento entre la Moncloa y los gobernantes catalanes avalará una nueva concepción territorial.

Nada asegura que ERC no busque un mejor trato solo para Cataluña, pero la confianza del Consell es que la nueva relación ponga los pilares para un desarrollo diferente al que ha producido un crecimiento económico y de infraestructuras espectacular de Madrid a diferencia del resto de territorios, entre ellos Cataluña y la C. Valenciana. El papel del PSOE será clave en esa reeducación «ideológica» que desea el Consell de Puig.

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