El president de la Generalitat, Ximo Puig, destacó ayer que el rey Felipe VI hablara en su mensaje de Navidad de la necesidad de buscar un «entendimiento» desde el diálogo, un elemento «clave» en una sociedad avanzada y democrática. Puig, en declaraciones a los periodistas tras visitar el centro de salud de Morella, aseguró que en su discurso el rey «empatizó con la realidad» de la sociedad actual e hizo un «reconocimiento constitucional en profundidad de lo que es España», frente a los que piensan que es «homogénea» y la solución está en la «recentralización».

También destacó que Felipe VI abordara la cuestión de la tecnología y la necesidad de que esta revolución no genere mayor «exclusión social». «La cuarta revolución industrial tiene que ser inclusiva», defendió Puig, posibilitando que «todas las personas tengan su espacio en este mundo, que pasa por la tecnología y la sociedad del conocimiento».

Por último, el president de la Generalitat siguió apostando por una España «cohesionada socialmente desde la libertad de cada persona».

Mientras, la presidenta del PPCV y síndica del grupo popular en las Corts Valencianes, Isabel Bonig, dijo que, «dentro de la moderación», le gustó más el que pronunció tras el 1 de octubre en el marco de la crisis política en Cataluña, si bien consideró que dejó «pinceladas muy claras» como que la Constitución «está para respetarla todos» y que «no corresponde al rey nombrar al presidente si no a las Cortes generales». Isabel Bonig, que ofreció una rueda de prensa sobre actualidad política, admitió que se trata de un discurso «muy complicado» porque, indicó, «todos sabemos la utilización que (Pedro) Sánchez y el Partido Socialista han hecho de todas las instituciones, incluida la institución de la monarquía, que representa la unidad y estabilidad de España», algo que le parece «francamente increíble».

A su juicio, Felipe VI «expresó una preocupación y, evidentemente, la hay, porque Sánchez va a pactar con todos los que quieren acabar con el régimen constitucional del 78».

«El problema no es querer la independencia, que eso se puede defender, sino que dos millones de separatistas no pueden imponer su voluntad al resto de los 43 millones de españoles saltándose la ley», manifestó la líder del PP valenciano.