El Plan GenT, que el Consell puso en marcha en 2017, ha «recuperado» a un total de 51 doctores-investigadores que realizarán proyectos de I+D+i o de investigación en instituciones de la Comunitat Valenciana, en algunos casos liderando grupos de trabajo. En total, en las dos primeras ediciones, de 2018 y 2019, se han beneficiado 35 doctores de excelencia y otros 16 doctores con experiencia internacional.

Se trata, según apuntan desde la Conselleria de Innovación y Universidades, de prestigiosos científicos con trayectorias significativas en instituciones internacionales, como la Universidad de Erlangen-Núremberg (Alemania), la Fundación Vasca para la Ciencia (Ikerbasque), la Universidad Chalmers (Suecia), o la Academia Polaca de Ciencias (Polonia), además de la Organización Europea para la Investigación Nuclear (CERN).

Asimismo, muchos de ellos han sido seleccionados por programas relevantes, como el Juan de la Cierva Formación, el Marie Sklodowska-Curie Postdoctoral Fellow o la Marie Curie IEF, cuyas ayudas «traen» con ellos y se suman a las de Plan GenT, que pretende atraer talento para contrarrestar la «fuga de cerebros» que causó la crisis.

Estos investigadores, que ya se han establecido en las universidades públicas, los centros de investigación o empresas de la C. Valenciana (o lo harán en los próximos meses), estudian las mutaciones de los virus en vivo (para encontrar un método antiviral); investigan los antígenos para las vacunas de la tuberculosis; o estudian la implantación de una técnica de resonancia magnética que dé imágenes del cerebro de manera no invasiva. Además de esto, parte del personal investigador también desarrolla trabajos en los campos de la economía del comportamiento, la arqueología o la formación de la memoria.

Una oferta competitiva

Una de las científicas seleccionadas en la primera edición de GenT es Reyes Calvo, doctora en Ciencia de los Materiales, que desde marzo de 2019 pertenece al departamento de Física Aplicada de la Universidad de Alicante. Según Calvo, que ha estado en Londres, Stanford y San Sebastián, GenT «es muy competitivo y una buena oportunidad». «La financiación no solo paga nuestro sueldo, sino que también permite poner en marcha un pequeño grupo de investigación y comprar la equipación necesaria para el laboratorio», lo que valora, ya que le ha permitido poder contar con la participación de una estudiante predoctoral.

Otro de los beneficiarios, que se incorporará en julio a la Universitat de València, es Domingo Carlos Salazar, doctor en Arqueología Biomolecular. A él, GenT le ha permitido regresar a casa. «Llevaba fuera desde 2008 y tenía ganas de volver para estar con la familia y los amigos de toda la vida», explica, tras pasar por Leipzig (Alemania) y Ciudad del Cabo (Sudáfrica), mientras apura el tiempo en Ikerbasque.

Como Reyes Calvo, Salazar destaca la inversión destinada a desarrollar el proyecto («hasta 200.000 euros en cuatro años», además del sueldo), cantidad que asegura que actualmente no ofrecen «ni el ministerio ni otras comunidades autónomas» y que permite a la Comunitat Valenciana competir con el exterior, con sueldos más elevados.

Hasta ahora, el plan ha contado con cuatro modalidades. En la relativa a la contratación de doctores de excelencia, se ha «fichado» 17 doctores en 2018 y 18 en 2019. De los 35, 19 han sido o son, además, beneficiarios de programas europeos, como el Marie Curie; y otros tres del Ramón y Cajal español; en algunos casos, cuentan con las ayudas del Consejo Europeo de Investigación. En esta modalidad, la conselleria financia el 100 % del contrato el primer año; el 80 % el segundo; el 70 % el tercero, y el 50 %, el cuarto. El resto de la cuantía, la asumen los centros de destino. Se trata de 70.000 euros anuales, a los que se suma una dotación de 50.000.

En cuanto a los doctores con experiencia internacional, el plan atrajo a 16 (8 por cada convocatoria) que ejercían sus trabajos en Japón, Estados Unidos, Suiza o Italia. En este caso, los contratos son de 55.000 euros junto a una dotación de 25.000; y también hay quienes cuentan con las ayudas anteriormente mencionadas.

Del mismo modo, entre la cincuentena de beneficiarios de las dos ediciones, hay poseedores de las becas ERC Starting y Consolidator, que pueden llegar hasta los 1,5 y los dos millones de euros, que no pierden y que contribuirán a generar empleo cualificado en el centro valenciano en el que se instalen.

En 2020, el plan crece y supera los 7,1 millones de euros, según la convocatoria que se acaba de publicar. Así, el Botànic invierte más del doble que en 2019, cuando el presupuesto fue de 3,3 millones. En 2018, el plan se «estrenaba» con 2,6 millones y 83 solicitudes de investigadores interesados.

Uno de los puntos que en un futuro deberá abordar el Consell es cómo consolidar a los equipos cuando finalicen los contratos (de cuatro años prorrogables a seis), para no perder los avances conseguidos. De momento, apuntan que el plan da «buenos pasos» y que se avanzará en la flexibilización «para ir más allá».