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Análisis

El Botànic marca el camino educativo al nuevo Gobierno

Propuestas que la conselleria ha llevado estos meses al ministerio o ha aplicado en la Comunitat se incluyen en el pacto entre PSOE y Unidas Podemos

El conseller de Educación, Vicent Marzà, charla con los consellers Climent y Mollà en las Corts. Germán Caballero.

Que el Botànic es un ejemplo para el nuevo Gobierno, lo dijo el presidente Pedro Sánchez en su discurso el pasado sábado; pero más allá del guiño al Consell, esto también se ha plasmado por escrito. El pacto que refrendaron tanto el PSOE como Unidas Podemos, y que en parte ha posibilitado la investidura, recoge a simple vista un buen puñado de medidas educativas que recuerdan las implantadas por la Conselleria de Educación desde 2015.

Además de la derogación de la Lomce, 'desactivada' en parte y que será sustituida por una Ley Básica de Educación, el documento de 50 páginas -titulado «Coalición progresista: un nuevo acuerdo para España»-, incluye en el punto dedicado a los derechos sociales, la necesidad de garantizar «la gratuidad real y efectiva de la educación obligatoria», de «libros, material escolar y comedor».

Esto es similar a Xarxa Llibres, uno de los planes estrella del Botànic ya «totalmente consolidado» del que, según apuntó el conseller Vicent Marzà a principio de curso, se benefician 427.739 alumnos de Primaria y Secundaria, con una inversión de 40 millones de euros en 2019-20. Como esta iniciativa, el Consell también ha impulsado las becas de comedor: las reciben 136.000 alumnos, 48.500 más desde que gobierna el Botànic, con un millón de euros más este curso, hasta llegar a los 72,7. Además, Marzà ha prometido la gratuidad también de este servicio y este año, por primera vez, las extraescolares también se han presupuestado, con tres millones.

Otra de las apuestas del Consell que se ve replicada en el pacto PSOE-Unidas Podemos es la universalización del primer ciclo de Educación Infantil (de cero a tres años). Como un primer paso en este sentido, la conselleria ha aumentado en los últimos cursos la oferta pública de aulas de dos años (actualmente hay 15.102 plazas, 630 más que en 2018-19) y, en los cinco últimos cursos, las escoletes han acogido un 21 % más de alumnos, a pesar de la bajada de la natalidad. Por otro lado, dentro de Educación, el documento estatal también incluye una «especial atención al profesorado y su carrera docente». En esta línea, y a pesar de que quedan reivindicaciones sindicales por atender, la plantilla ha aumentado casi un 12 % en los centros valencianos, y es la más amplia de la historia, formada por 71.600 profesionales. Asimismo, también se han revertido recortes, como los que afectaban a los tutores generalistas en los colegios y las horas lectivas han vuelto a ser 19 semanales.

Las macrooposiciones previstas hasta 2021 contribuirán a la estabilidad de las plantillas, otro de los objetivos del nuevo Gobierno, que no olvda la formación de los docentes. En este sentido, el Consell ha multiplicado su red de Cefire, que consta de 19 centros y 224 formadores.

Otra medida es la elaboración de «un Plan contra el fracaso y el abandono escolar prematuro». En la Comunitat Valenciana, en 2016-17 se creó el PAM (Plan de Actuación para la Mejora), que cuenta con 3.529 docentes y una inversión de casi 150 millones. A esto, hay que sumar el aumento de aulas específicas y de Comunicación y Lenguaje, que ya suman las 214; y la oferta de FP Básica, una segunda oportunidad para graduarse.

En cuanto a coeducación, educación afectivo-sexual y un Plan de Mejora de la Convivencia para la Prevención del Acoso y la Violencia, que aparecen en el texto de la coalición progresista, el Consell ha implantado en todos los centros la figura del coordinador de Igualdad y Convivencia y desde 2016-17, los colegios públicos y concertados y los institutos deben tener planes de prevención de violencia machista.

Por último, PSOE y Unidas Podemos se han comprometido a «incrementar los recursos públicos», como ya ha hecho el Gobierno autonómico: en 2020 la inversión en educación supera los 4.219 millones de euros , un 2,33 % más que en 2019 y un 33 % más que en 2014, lo que supone unos 740 millones más que antes de la crisis (2010). PSOE y Podemos no olvidan las universidades y, entre otras cosas, se comprometen a aumentar las becas y revisar las tasas, como ya ha hecho el Botànic.

«Somos un referente positivo»

En su discurso de defensa de los presupuestos en las Corts, Marzà defendió la idea de «convertir a la educación valenciana en un referente» y también apostó porque «las fuerzas de izquierdas dejen de lado los tacticismos y personalismos» para hacer «política útil».

El secretario autonómico de Educación, Miguel Soler, detalla que tanto con el Gobierno, desde la Generalitat, como por su parte, con la Ejecutiva federal del PSOE, ha habido una «relación estrecha» y buena sintonía durante los últimos 18 meses.

Soler explica que las políticas educativas valencianas se han expuesto en las confederaciones sectoriales de Educación (de los consellers autonómicos con el ministerio) y también en las comisiones generales (a las que asisten los secretarios autonómicos y los viceconsejeros). «Nos gusta ver cómo las propuestas que aplicamos están en el pacto PSOE-Unidas Podemos, demuestra que el trabajo sirve y que somos un referente en positivo y en políticas educativas», afirma.

A partir de ahora, Soler espera que las propuestas «se traduzcan en medidas específicas» y confía en que se modifiquen ciertas legislaciones que limitan la acción de los centros y de la conselleria. «La normativa de FP tiene que ser más flexible. Lo hemos propuesto y el ministerio está de acuerdo. Y lo mismo con los currículums, que deben permitir a los centros trabajar en equipo y por proyectos y facilitar la introducción de la robótica o la inteligencia artificial...», defiende el secretario autonómico.

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