El servicio de Urgencias del Hospital La Fe se vio obligado ayer a llevar a pacientes a otras salas por la saturación que se registró en el área, que no podía acoger a más enfermos ni en las Urgencias propiamente dichas, ni en preingresos ni en la zona de observación.

A media tarde había hasta 40 personas esperando tener una habitación para pasar a planta, además del resto de pacientes que estaban siendo visitados en ese momento y sobre los que aún no había diagnóstico. La sala de espera estaba llena y las reclamaciones habían empezado a aparecer por los tiempos de espera y todo, cuando todavía no ha llegado la epidemia de gripe.

Según informaron fuentes del sindicato Comisiones Obreras y de USO, los responsables de Urgencias optaron por derivar a pacientes a la sala de Hemodinámica, que se encuentra también en la planta baja (aunque alejada de Urgencias) y que por las tardes no se utiliza. Es ahí donde, por las mañanas, se lleva a los pacientes a los que, por ejemplo, se les debe de coger una vía central de forma guiada, de ahí que la sala esté acondicionada y pueda acoger hasta 8 o 10 camas con sus correspondientes monitores.

Los responsables del servicio derivaron a esta sala a una enfermera y una auxiliar para que los pacientes de Urgencias que se habían llevado hasta allí no estuvieran desatendidos.

Desde el sindicato USO, su delegado, Paco López, denunció las condiciones en las que estaban trabajando en Urgencias «sin refuerzos para abordar estos picos asistenciales» y la consecuencia directa, más esperas para los pacientes.

López recordó que en la junta de personal habían propuesto, de hecho, utilizar esta sala para descongestionar el área en momentos de mayor presión asistencial como el de ayer por la tarde ante la «evidencia» de que las Urgencias «no dan más de sí y todavía no ha llegado la epidemia de gripe, no sé lo que haremos entonces».

La situación de las Urgencias en el hospital La Fe ya era complicada desde por la mañana. Después de los días festivos en los que la afluencia de pacientes suele bajar, el inicio de semana trajo consigo (al igual que en otros centros), un aumento de pacientes, sobre todo por la coincidencia de unos días de bajas temperaturas y de la aparición de patologías respiratorias.

En La Fe, por ejemplo, el día 7 entraron por Urgencias 612 personas cuando la media de los seis primeros días era de 550, un 11 % más de visitas en el primer día laborable de la semana tras las vacaciones.

A mediodía, y según confirmaron desde el sindicato Comisiones Obreras, se llegó a tener en Urgencias pendientes de tener habitación hasta a 35 personas, cifra que bajó a la hora de la comida cuando en el centro se dieron altas. Aun así, la situación volvió a empeorar a primera hora de la tarde y ya a las cuatro, las Urgencias empezaron a estar «ya desbordada», según las mismas fuentes. Los problemas de falta de habitaciones para ingreso se están registrando también en otros hospitales como en el alicantino de Sant Joan donde, según UGT, se había dado orden de agilizar las altas para disponer de más habitaciones libres y evitar esta saturación.

«No hay falta de camas»

Desde la Conselleria de Sanidad -que no aportó datos concretos de cada hospital sobre la situación de pacientes en espera de habitación- negaron ayer que hubiera falta de camas para ingresos.

«Ninguno de los hospitales de la Comunidad Valenciana cuenta con falta de camas para ingreso de pacientes a día de hoy», aseguraron, recordando que ante la llegada de la gripe sí se iban a tomar medidas concretas como habilitar «habitaciones adicionales por si, en algún momento, hicieran falta. Es el caso, por ejemplo, del hospital de Elche donde cuentan con la UCE (Unidad de Corta Estancia) en la que podrían ingresar hasta 22 pacientes más si lo necesitaran», aunque no era el caso, según apuntaron.

Esta medida va en consonancia con la apertura de nuevas zonas para que los pacientes de Urgencias sin habitación pueden esperar en condiciones dignas y no en los pasillos. En el Hospital Clínico, uno de los que tiene más problemas en Urgencias habilitaron una zona de preingreso en una sala de espera para tener más espacio.