La Generalitat tiene previsto elaborar un manual de buenas prácticas para la gestión de residuos agrarios, así como el desarrollo de campañas de sensibilización e información a agricultores, organizaciones profesionales agrarias y otros agentes económicos. También redactará una guía de ayuda al labrador con el objetivo de realizar una correcta clasificación y promoverá la redacción de un plan específico donde se especifique cada tipo de residuo agrícola, con la mejor solución técnica, económica y ambiental para cada uno de ellos.

Así lo contempla el Plan Integral de Residuos de la Comunitat Valenciana impulsado por la Conselleria de Agricultura y Transición Ecológica y aprobado en 2019, que además recoge la intención de promover la autorización de sistemas colectivos de responsabilidad ampliada del productor (Scrap) que gestionen estos residuos no peligrosos y peligrosos.

No solo eso, se incluye «la habilitación de puntos limpios agrarios o zonas de acopio, contenerizados, a nivel de experiencias piloto, debidamente acondicionados, en los ecoparques y áreas de aportación vigilados de manera presencial de la Comunitat Valenciana».