La falta de acuerdo entre los ministros de Transportes de la Unión Europea ha obligado al Consejo de Europa -la institución en la que están representados los Estados miembros a través de sus ministros- a posponer el debate sobre la reforma de la directiva del pago por uso de las carreteras, más conocida como «Euroviñeta», según confirman fuentes del grupo parlamentario socialista en el Europarlamento.
«El Consejo [de la Unión Europea] no está en condiciones de tomar una decisión sobre este expediente», admitió la ministra de Transportes de Finlandia, país que preside el Consejo durante seis meses, al finalizar la última reunión de ministros de transportes, celebrada el pasado mes de diciembre. También lamentó la falta de acuerdo la nueva comisaria de Transportes, Adina-Ioana Valean, aunque adelantó que la Comisión Europea continuará su trabajo sobre este tema «de una forma u otra», según informó la Agencia Europea.
Las causas de las discrepancias
El modelo de Euroviñeta a aplicar y si se deben incluir los vehículos ligeros, además de los vehículos pesados de gran tonelaje, es lo que ha provocado discrepancias entre algunos Estados miembros (como Alemania, Luxemburgo, Suecia, los Países Bajos, Grecia e Italia) que ya aplican este tipo de impuesto. El Gobierno de España suele ponerse de perfil en este tipo de debates ya que ningún Ejecutivo central se ha atrevido a implantar este pago por el uso de las carreteras, a pesar de que la primera directiva que lo regula es del año 1999. La implantación de peajes se ha realizado en España de manera asimétrica y desigual, lo que ha provocado el hartazgo de los usuarios y la obvia sensación de que se castigaba con peajes a determinadas comunidades mientras se eximía a otras.
A pesar de toda las reticencias, la Comisión Europea tiene la clara intención de seguir adelante con la tramitación de la nueva directiva que regulará el pago por uso de las carreteras. La Comisión también considerará de nuevo cómo lograr una tarificación vial efectiva en la UE. «La Comisión hace un llamamiento al Parlamento Europeo y al Consejo para que mantengan las aspiraciones de la propuesta original de la Comisión relativa a la Directiva sobre el Eurodistintivo19, y está dispuesta a retirarla si es necesario y a proponer medidas alternativas», asegura el Ejecutivo comunitario en una comunicación al Parlamento, el Consejo, el Comité Económico Social y el Comité de las Regiones bautizada como «El pacto verde europeo».
Un documento que supone toda una declaración de intenciones para las políticas europeas de los próximos años. Y en el que se asegura, por ejemplo, que el «el transporte debe ser infinitamente menos contaminante, sobre todo en las ciudades. Las emisiones, la congestión urbana y la mejora del transporte público deben encararse con una combinación de medidas».
