La dirección nacional del PP está tratando de contener la crisis soterrada que vive desde hace tiempo el partido en la provincia de València y para ello consideran fundamental evitar que el presidente de la gestora y jefe del PP en la Diputación de València, Juan Ramón Adsuara, siga al frente hasta que se convoque el congreso provincial. Según ha podido saber este diario, Génova ha frenado esta semana la marcha del también alcalde de Alfafar, quien se habría desplazado personalmente a Madrid para comunicar su renuncia. Sería, según las fuentes consultadas, la segunda vez que el alcalde de Alfafar intenta apearse del cargo al que accedió con la bendición de Génova y la regional, pero que hace tiempo le pesa tras agriarse sus relaciones con la presidenta del PPCV, Isabel Bonig.
Génova ha vuelto a convencer a Adsuara (uno de los primeros cargos que se posicionó en las primarias a favor de Pablo Casado) para que aguante ya que considera por ser el muro de contención al polvorín en la provincia.
La dirección regional, que hace tiempo daba por asumida la marcha de Adsuara, también es consciente de que otro relevo en la gestora sería contraproducente. Cabe recordar que el PP tuvo que devolver la dirección provincial y montar una provisional en junio de 2017 tras la batalla a cara de perro entre Vicente Betoret y Mari Carmen Contelles para hacerse con el control. La gestora, pensada en principio para un año, se ha perpetuado, aunque en octubre de 2018 se renovó su jefatura (Génova destituyó a Rubén Moreno) con Adsuara, hombre en su día de consenso.
Con el congreso aún por convocar (nadie espera que este melón se abra en breve), un nuevo relevo en la gestora no haría sino abrir al veda y acentuar los movimientos internos que ya existen para hacerse con el liderazgo de la provincia. Génova y el PP regional quieren pactar una persona de consenso que evite una nueva batalla. El diputado provincial Javier Montero parte como favorito de la dirección nacional e incluso la regional podría apoyarle tras las fuertes reticencias iniciales, pero el concejal cunero de Picana cuenta con detractores en una provincia que anda descontrolada desde hace tiempo. Ni si quiera hubo consenso en el grupo de la diputación para que Montero desbancara a Adsuara en la portavocía del grupo. En todo caso, está por ver cuánto tiempo se sigue conteniendo la crisis. Las relaciones entre la regional y la provincial están cada vez más deterioradas y las vías de diálogo rotas. El enfrentamiento se nutre cada día de cuestiones de intendencia, como es el nombramiento de asesores o la sede de la Plaza de América. La dirección regional ha solicitado a la provincial que salga de las instalaciones.
