Los grupos políticos Compromís por Catadau e Independientes por Catadau, que integran el gobierno municipal de esta población de la comarca de la Ribera Alta, mostraron ayer su rechazo a las críticas del párroco al Gobierno central. Un discurso que tildaron de «desafortunado» por los «insultos lanzados desde el púlpito de la iglesia».

Para Compromís, el grupo político del alcalde Hèctor Roig, «mezclar religión y política es una grave irresponsabilidad». «Hemos tenido que escuchar mensajes de odio contra el feminismo, contra las personas LGTBI, contra la Memoria Histórica y, la última, contra el Gobierno del Estado que se ha formado esta misma semana, y que no solo ha sido un ataque político, sino que es un ataque a todas las personas que libremente han escogido un gobierno de progreso y lo han hecho desde su consideración de católicos.

Los dos partidos difundieron las palabras que el sacerdote habría pronunciado en el templo. «El régimen que ha nacido en esta nación tiene cosas abominables. Es una gran desgracia que lleguen a poder hombres comunistas y anarquistas. Pero es aún mayor desgracia que lleguen al poder con los votos de los católicos, ignorantes católicos que le compran al verdugo la cuerda con que han de ahorcarse».

Para los representantes públicos en el Ayuntamiento de Catadau «estas declaraciones no hacen más que crispar y dividir en nuestro pueblo de una manera artificial y falsa, siembran el odio entre vecinos y vecinas y, desde nuestro punto de vista, nada tienen que ver con la palabra de Cristo. Desde el gobierno del Ayuntamiento defendemos un pueblo inclusivo, donde todas las personas, independientemente de su pensamiento político, su género o su condición sexual, son acogidas sin ninguna discriminación», subrayaron.

Los dos partidos han exigido una rectificación y manifestaron que no participaran en actos convocados por el sacerdote.