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Entrevista

Albert Soler: "El 'procés' es una cosa de burgueses que se hacen llamar oprimidos"

«En los barrios residenciales cuanto más grande es la casa, más lazos; pero en los obreros no ves esteladas»

Albert Soler: "El 'procés' es una cosa de burgueses que se hacen llamar oprimidos"

Presenta en València un libro sobre la otra cara del procés. ¿Qué es lo que no vemos?

Es como la Luna, hay una cara que vemos todos y otra, oculta. En Cataluña, los medios públicos y la mayoría de privados, que están subvencionados, ofrecen solo una cara. La que planteo en mi libro es la auténtica: que el 'procés' es una cosa de burgueses que se hacen llamar oprimidos y como están aburridos salen a reclamar. Y hay, aunque suene mal, 'filofascismo' porque se boicotean actos, se agrede, se señala a los que no son del 'régimen' y esa es la cara oculta.

¿Un proceso de elites ?

Sí, sí, no hay más que darse una vuelta por barrios obreros y pocas esteladas y lazos verás. En cambio vas a ciudades residenciales y están llenas y a más grande la casa, más grande el lazo. Después saldrá alguien diciendo que es pobre e independentista, hay de todo, pero el origen es la clase burguesa que vive como Dios y no quiere pagar a esos españoles que no se merecen nuestro dinero.

¿Defender esa posición es más complicado en Girona?

Gerona es la ciudad más carca y casposa del mundo. La 'Vetusta' de Clarín es Sodoma y Gomorra a su lado. ¿Sabes qué pasa? la gente que no es del 'régimen' calla y prefiere no dar su opinión y pasar desapercibida, como los gays en otros tiempos, no salen del armario por miedo al qué dirán. Hay más gente de la que piensan que está hasta el gorro del 'procés' y de los políticos que yo llamo 'lacistas'.

Le llaman el aguafiestas del 'procés' ¿Un halago, supongo?

Me halaga, sí, pero me llena más de orgullo que me llamen 'facha' o 'botifler' que es una palabra que les encanta. Todo lo que me puedan decir esos filofascistas no son más que medallas.

¿Es crítico porque ve que esta aventura no lleva a nada?

Y porque Cataluña en toda la historia nunca había estado tan bien como ahora, económicamente era una de las regiones más prósperas del mundo hasta que salió esta coña, pero también en libertades y en bienestar. ¿Si estamos tan bien a qué viene esto? esa es la idea que da título al libro.

Un título que si no me equivoco lo ponen unos pescadores...

Sí, dos personas mayores que explicaron el 'procés' con esa frase «ens cansàrem de viure bé», un título fantástico y me lo apropié.

Ha creado un personaje 'presidentorra' así de un tirón. ¿Le da juego esa figura?

'Presidentorra' da mucho juego, por eso espero que no le inhabiliten, sería desastroso para mí, aunque seguro que viene otro y lo hace bueno. 'Presidentorra' lo uso para tomar el pelo a los medios oficiales. Tú hablas de Pedro Sánchez y no dices todo el rato presidente Sánchez, pero en Cataluña siempre se dice president Torra. Es muy curioso y debe ser por un complejo de inferioridad. Cada vez que se nombra a Torra es 'presidentorra', esto debe ser único en el mundo.

Y a Puigdemont lo ha bautizado como 'vivales'...

Eso tampoco es mío. Lo dijo un día mi padre que lo vio por televisión. «Este tío es un vivales» y lo clavó. Los dos juntos dan mucho juego. Es una suerte que haya dos presidentes, uno emérito y otro casi inhabilitado pero que ahí siguen. Yo le enviaría un jamón a Bruselas por los buenos ratos que me ha hecho pasar, eso no se paga.

¿Respeta más a Junqueras?

Bueno, no mucho más. Parece más honesto que el otro y por lo menos no se largó. Pero le hubiera agradecido que asumiera sus actos. Cuando fueron al juicio pues dijeron que lo que habían hecho era en broma, eso es hacer el ridículo, pero al menos no huyó...

Tendrá muchos detractores...

Hay gente que se me acerca así como si fuera a comprar droga y hay quien me felicita. Pero a mí lo que más me llena es lo contrario, que me insulten. Tengo menos detractores de los que me gustaría.

Es la mosca cojonera...

Tocar los cojones, sí. Ese es el trabajo del periodista, dudar de todo y esa no es una característica de los medios catalanes. Cuando empezó esta 'matraca' compraron el relato sin cuestionar nada. Nos dijeron que en 18 meses seríamos independientes, que Europa nos reconocería, íbamos a ser la Dinamarca del sur. Las grandes plumas que cobran una fortuna se subieron al carro y nadie dudó. Comulgaron y ayudaron a empujar el carro y eso no es ser periodista.

¿El sarcasmo es la mejor herramienta para este trabajo?

Sí, creo que es la mejor y tengo comprobado que a los políticos la crítica seria les resbala porque están acostumbrados a ella. En cambio, la sátira les hace más daño y como a mí me gusta hacerles daño pues por eso uso tanto la sátira.

¿ Esas críticas escritas en catalán y por un catalán de ocho apellidos aún duelen más?

Yo hablo y escribo en catalán desde siempre y esos les toca más los cojones. Y todos mis ancestros hasta donde he podido averiguar todos son catalanes, mucho más que ocho apellidos, no tengo ni un poco de sangre de fuera de Cataluña y claro así les duele más.

¿ Tiene seis mil seguidores en Twitter, pero no sigue a nadie. ¿Si tuviera que elegir a uno?

Me encanta pelearme con todos y al final no trabajaría, por eso no sigo a nadie. Si tuviera que elegir, a Paz Vega.

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