La Generalitat ha puesto en marcha la maquinaria para elaborar la «Agenda urbana valenciana» una hoja de ruta sobre cómo deben crecer las ciudades y pueblos durante los próximos diez años. Incluso más allá, hasta 2050. La iniciativa sigue la estela de la Agenda urbana española de 2019 y de la agenda 2030 de Naciones Unidas que busca «marcar la estrategia y las acciones a llevar a cabo hasta 2030, para hacer de nuestros pueblos y ciudades ámbitos de convivencia amables, acogedores, saludables y concienciados». En España también tramitan agenda urbana Cataluña, Galicia, País Vasco, Andalucía y Extremadura.

Para plasmar esta iniciativa la Generalitat invertirá alrededor de 55.000 euros. Un total de 4.500 euros (más IVA) en la elaboración y diseño de la imagen corporativa de la Agenda urbana valenciana, creada por el estudio valenciano Gimeno Gràfic, que se inspira en el trencadís y la luz mediterránea. Y otros 50.000 euros en la contratación de la consultora para realizar el proceso de participación ciudadana. Un concurso que se convocará en marzo para iniciar la redacción de la Agenda urbana. Todo el proceso y la nueva imagen fueron presentados ayer por el vicepresidente segundo Rubén Martínez Dalmau y el conseller de Política Territorial Arcadi España, en la sede de este último departamento.

La secretaria autonómica de Política Territorial, Inmaculada Orozco, dio los detalles del proceso de creación de esta nueva hoja de ruta que aspira a fomentar «una participación de abajo a arriba, alta, eficaz, para escuchar a todas las voces con equidad territorial». Además del proceso de participación pública también se contará con «expertos» o gurús en sus respectivas materias, que declinaron desvelar. El debate se organizará en torno a seis bloques: economía urbana, territorio y ciudad, gobernanza urbana, calidad urbana y salud, derecho a la ciudad y ciudad conectada, debates que arrancaran . Y que la Agenda urbana valenciana esté redactada para presentarse en mayo de 2021 y afrontar otro proceso de exposición pública.

Un proceso que recuerda muchísimo a la tramitación de la Estrategia Territorial de la Comunitat Valenciana (ETCV), aprobada por la entonces consellera Isabel Bonig, en vigor desde enero de 2011 y que ya preveía la «hoja de ruta», el crecimiento urbanístico y el diseño territorial de la Comunitat Valenciana para treinta años (en el horizonte de 2030, el mismo que marca la Agenda urbana).

Servirá para revisar y actualizar

Preguntados sobre esta cuestión, Martínez Dalmau y España defendieron que, aunque son «instrumentos distintos» la redacción de la Agenda Urbana Valenciana servirá para «revisar y actualizar la Estrategia Territorial, que ya preveía a los diez años, que se cumplen en 2021». Si se funde la agenda con la Estrategia Territorial el nuevo documento no quedará en papel mojado ya que la ETCV tiene normativa urbanística de obligado cumplimiento que es la que hace viable, aunque no garantice, su ejecución real.

El vicepresidente Martínez Dalmau reivindicó la necesidad de redactar el nuevo documento porque «los retos a los que han de hacer frente las ciudades no son los mismos que hace diez años. Y en el primer Botànic, por ejemplo, no se hablaba de cambio climático». El conseller Arcadi España reivindicó el derecho a la ciudad: «el derecho de todos los ciudadanos a vivir en su ciudad de una manera digna, con acceso a la vivienda, a la educación, a los servicios públicos, a las políticas de bienestar, a la movilidad, los objetivos principales que hay que conseguir con la Agenda Urbana». Y que ya preveía la ETCV.